Emiliano Martínez vuelve a robarse las miradas. Sus atajadas en momentos claves lo convirtieron en un estandarte de Argentina, pero no son el único argumento del arquero para ser uno de los más reconocidos del seleccionado transandino. Su impronta, personalidad y carisma, al momento de declarar y celebrar, también lo vuelven en uno de los nombrados. Aunque siempre con una polémica de por medio. Luego del triunfo ante Panamá en el Estadio Monumental, el arquero volvió a replicar la cuestionada celebración, pero esta vez contó con la complicidad de sus compañeros.
Martínez y todos los campeones del mundo recibieron un reconocimiento de la AFA. Mismo instante en que ejecutaron una réplica de una de las celebraciones en la Copa del Mundo. Una vez que tomaron el trofeo AFA, cuatro de sus compañeros lo acompañaron con un gesto que volvió a revivir la polémica de Dibu tras recibir el guante de oro al mejor arquero del pasado mundial.
Esta vez Dibu Martínez estuvo acompañado. Marcos Acuña, Germán Pezzella, Guido Rodríguez y Gerónimo Rulli, tomaron las réplicas del máximo trofeo a nivel selecciones y repitieron su gesto en la entrega de los premios tras la histórica final ante Francia en el Estadio de Lusail.
Sobre el criticado festejo, el guardameta aclaró que no le gustó, pero explicó el por qué lo hizo: “No estoy orgulloso de eso, obviamente, pero era una apuesta que justo cuando me iban a dar el guante de oro me dijeron, ‘¿a que no haces lo mismo que en la Copa América?’ me decían los chicos. ‘¿A que sí?’ “, explicó el arquero en diálogo con TyC Sports. Además, añadió que “es culpa de ellos, de mis compañeros”.
Tras la victoria por 2-0 ante Panamá, que sirvió para celebrar la tercera estrella conseguida en el Mundial Qatar 2022, Martínez conversó sobre todo lo vivido en el partido. “Muy lindo, la verdad. La familia, 80 mil personas. No pude contener las lágrimas; se me vino todo a la cabeza”, reconoció, ya que en el himno rompió en llanto.
“Lo que me costó llegar, poder disfrutar con familia y amigos fue muy emocionante”. Más adelante, el meta confesó que “la gente quiere show. Trato de darle lo que quieren, que se vayan a casa felices”.
Si bien alcanzaron la gloria máxima hace tres meses, reconoce que deben seguir preparándose para los próximos desafíos. “Esto es lo que me lleva a seguir creciendo, los chicos estaban concentrados en ganar el partido e ir por más. Queremos ser ídolos para los chicos y qué mejor que ganando partido a partido”.
“Estoy orgulloso. Nunca bajé los brazos, soy un enfermo del trabajo porque con el talento no bastaba. Quiero seguir creciendo y mejorar. Ahora queda lo más difícil que es el enfrentar partido a partido en cada final. Me ayuda a bajar cuando estoy muy alto y subir cuando estoy bajo”, sentenció.