La gran traba de Luciano Cabral para formar parte de la Roja de Ricardo Gareca

Luciano Cabral es el jugador del momento en el Campeonato Nacional. Sin ir más lejos, a Everton le anotó un gol de antología: literalmente, se acostó en el aire antes de impactar el balón que terminó introduciéndose en el arco que defendía Ignacio González. Hubo quienes se animaron a candidatear la conquista al Premio Puskas, con el que la FIFA distingue al autor de la mejor conquista de la temporada.

La anotación supera la casualidad. Cabral es el mejor jugador del actual certamen. Su talento y su dinámica le han permitido a la escuadra de Fernando Díaz entreverarse en los primeros puestos: marcha en el cuarto lugar, con 18 puntos, seis menos que la U. El volante suma tres anotaciones y una titularidad que no admite discusión en los diez encuentros que se han jugado hasta ahora. El año pasado marcó cinco en 29 cotejos.

A mediados de año, la Selección afrontará la Copa América. Aunque la prioridad de Ricardo Gareca está puesta en el desarrollo de las Eliminatorias, el torneo continental es, por definición, un compromiso clave para la Roja. Basta recordar que aún se celebran los títulos obtenidos en las ediciones de 2015 y 2016, los únicos que ha conseguido el combinado nacional en toda su historia.

El paso por Estados Unidos, de hecho, tiene una utilidad que también puede considerarse clave: es la última oportunidad del Tigre para observar alternativas que le permitan terminar de modelar la fórmula con la que afrontará el segundo tiempo de las Eliminatorias, la instancia para la que fue contratado. Incluso, el DT lo puso dentro de la lista larga de 55 jugadores preconvocados para la disputa de la Copa América.

Cabral es una de las piezas a las que hace rato que Gareca mira con detención. La consideración responde al rol que tiene el entrenador nacido en Argentina, pero también al rendimiento que muestra el jugador en cada una de sus presentaciones. El mediocampista nacido en Mendoza es, además, uno de los últimos exponentes de una función que va en retirada: la del volante creativo. En su caso, eso sí, de características mucho más dinámicas que el 10 ‘cartero’ que los entrenadores se han propuesto desterrar, por más que, incluso en ese caso, la función sea imprescindible en las escuadras de esta región del mundo. Casi un sello de la identidad del fútbol sudamericano.

Cabral surgió futbolísticamente en Comisión de Actividades Infantiles y estuvo en las divisiones inferiores de River Plate. Sin embargo, su salto al fútbol grande se produjo en Argentinos Juniors, en el que debutó en 2014.

Una fatalidad, sin embargo, comprometería seriamente su trayectoria y su futuro. El 1 de enero de 2017 se vio involucrado en un asesinato, delito por el que también fue condenado su padre. Al mediocampista lo sancionaron con nueve años y medio de prisión, como autor de homicidio. “Tengo miedo de terminar acá adentro”, confesó a El Deportivo.

En octubre de 2022, cuando había cumplido la mitad de la condena, consiguió la libertad condicional, debido a su buena conducta. Dos meses después, dio el paso al fútbol chileno: Coquimbo Unido lo anunció como refuerzo. En la temporada 2023, su aporte fue decisivo para que los piratas terminaran el certamen entre los cinco primeros y consiguieran la clasificación a la Copa Sudamericana.

A esas alturas, todos hablaban de Cabral. El rendimiento en la actual temporada no hizo más que incrementar los elogios. No son gratuitos. El coquimbano tiene, precisamente, las condiciones que le faltan a la Roja desde que comenzaron a jubilarse los grandes referentes en su puesto. De hecho, en los últimos duelos, Alexis Sánchez tuvo que abandonar la delantera para posicionarse ahí. Y, en sentido contrario, la Roja perdió el poderío que el Niño Maravilla puede darle en la fase decisiva del campo.

Gareca sabe que Cabral le puede solucionar varios problemas. Sin embargo, teme que, aunque pueda llamarlo, no pueda contar con él, pensando en la Copa América. El torneo continental se disputará entre el 20 de junio y el 14 de julio en Estados Unidos. El país norteamericano es particularmente complejo a la hora de conceder el visado a personas que hayan estado comprometidas en algún delito. En ese escenario, al Tigre le inquieta que, aún llamándolo, no pueda utilizar a Cabral.

La incertidumbre se extiende a la ANFP, donde, al menos hasta ahora, no tienen una precisión respecto de las consecuencias que puede implicar una nominación de Cabral y, sobre todo, el intento de que ingrese a Estados Unidos. En Coquimbo, al menos, son tajantes. “No debería tener ningún impedimento para ir en una delegación a jugar en cualquier lugar del mundo”, establece Pablo Ramírez, gerente general del club nortino.

El ejecutivo sostiene que, por el momento, ni siquiera han sido consultados. “Nadie de la ANFP nos ha preguntado nada”, precisa. En Peñalolén, sin embargo, no se confían e iniciaron averiguaciones con especialistas en materia legal, con el fin de descartar cualquier posibilidad de error.

En Quilín, sin embargo, se asesoran con Álvaro Bellolio, exdirector del servicio de migraciones del segundo gobierno de Sebastián Piñera.

Ramírez aplica la misma lógica para el creciente interés de clubes chilenos y extranjeros por el jugador. El de Colo Colo es conocido, considerando que el flamante presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, ha admitido que es un jugador que le llena el gusto. “Ningún club chileno nos ha preguntado por Luciano”, insiste.

Eso sí, el gerente coquimbano admite que han llegado sondeos de clubes extranjeros por el jugador, quien tiene contrato con los nortinos hasta fin de año, por lo que los piratas deben aprovechar estos meses para reaccionar frente a una oportunidad de mercado, aunque una eventual nominación, participación y buena actuación en la Copa América podría incrementar considerablemente su tasación. Por el momento, ni siquiera se animan a lanzar un número como valoración para su pase. Transfermarkt entrega una referencia que grafica su buen momento: lo cifra en US$ 960 mil. Sin embargo, una cláusula de salida le permitiría partir por un poco más que la mitad. Los piratas aspiran a retenerle, con un temor evidente: que la nueva condición del jugador cambie radicalmente sus aspiraciones económicas.