La temporada pasada Cobreloa hizo una gran campaña que ilusionó a sus hinchas con poner fin a un largo periodo en la Primera B del fútbol chileno. Sin embargo, en la final por el segundo ascenso recibió la peor goleada de su historia en Calama: cayó por 0-5 ante Deportes Copiapó y vio cómo el cuadro de la Tercera Región se quedaba un inédito paso a la máxima categoría.

A más de nueve meses de aquel infausto partido para los loínos, el delantero David Escalante realizó duras acusaciones y contó detalles desconocidos de ese plantel que se quedó a las puertas de la gloria. Asimismo, salió al paso de rumores de amaño que rondaron ese encuentro en particular.

“El año pasado teníamos muchos compañeros que estaban perdidos en las apuestas. Entonces, la duda lamentablemente está, pero no hay pruebas. Pero no nos pueden echar la culpa a todos, tampoco. Si no tienen pruebas, ellos tienen que salir a decir con nombre y apellido y si tienen pruebas, mandarlos en cana, como tiene que ser”, expresó en conversación con DIRECTV.

El experimentado atacante no se quedó ahí y no tuvo problemas en señalar a uno de sus compañeros que fue protagonista en esa dolorosa tarde para los naranjas. “Axl Ríos, por darte un nombre, se hace echar a los 20 minutos del primer tiempo y nos deja con un hombre menos y a fin de año o al año siguiente termina yendo a Copiapó, al equipo que nos ganó la final”, expresó.

La polémica

Sin ir más lejos, Ríos recibió dos amarillas en cinco minutos y se fue a las duchas, condicionando el encuentro. Una vez que se conoció su fichaje en el elenco que en ese entonces dirigía Héctor Almandoz, fue el propio Emiliano Astorga, DT de los Zorros del Desierto, quien estableció su molestia por lo sucedido. “Qué bueno que llegue a Copiapó. Qué bueno por él”, ironizó, para luego agregar sin pelos en la lengua: “En el fútbol pasa de todo. No quiero meterme en las patas de los caballos, pero ahí está a la vista”.

La respuesta de volante no se hizo esperar y en entrevista con Redgol, entregó sus razones. “Tenía antes algunas opciones que de a poco se me fueron cayendo. Aquí me llamó el profe Héctor, directo, me quería acá. Antes de que lo hiciera él, tuve opciones, pero poco a poco se acabaron. Quedé con Copiapó, que no lo podía dejar pasar ni quedarme sin jugar. Quería jugar en primera ya y en Cobreloa no me llamaron ni nada, si seguía o no. Era obvio que tenía que marchar”, contestó.

Al ser consultado sobre más detalles, Chiquito Escalante fue generoso en narrarlos y no se guardó nada. Es más, él mismo reveló el sentimiento del plantel hacia esos jugadores. “Están enfermos apostando. Nosotros teníamos compañeros que apostaban hasta las amarillas. Apostaban hasta los laterales, apostaban hasta cuántos córners hacían. Y todos lo festejaban, gritaban ‘¡ganamos!’. Y después, cuando perdimos, todos pusimos la mirada en ellos. Es así”.

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