Los jugadores de la U esperaron por más de 30 minutos a Frank Kudelka en la cancha principal del Centro Deportivo Azul. Estaban uniformados, con la mente puesta en Universidad de Concepción. Querían comenzar a trabajar de inmediato. Sin embargo, el reloj avanzaba y el técnico argentino no daba señales de vida. Como nunca había sucedido desde su arribo a La Cisterna, no cumplía el horario establecido para la práctica.
Las interrogantes comenzaron a nublar la cabeza de los referentes, que se miraban sin entender qué sucedía. Una nueva crisis aparecía en el horizonte.
Es que el DT, en ese mismo instante, estaba en el segundo piso del CDA discutiendo con Sabino Aguad, gerente deportivo, a quien le presentó su renuncia por las diferencias que arrastraban desde la pretemporada.
La búsqueda de su sucesor, que realizó Azul Azul apuntando a Uruguay, incluyendo un contacto con Alfredo Arias, terminó de agotar su paciencia. "Hubo desgaste, manoseo, no respaldo… Y ya estaban negociando con otro técnico… Son cosas que no se entienden, realmente", afirmó Johnny Herrera, uno de los pocos que dio la cara. "La forma de actuar de la dirigencia no me parece", agregó el arquero.
El técnico le pidió a Aguad que se le extendiera el contrato hasta diciembre, como garantía de confianza en su proyecto. Repitió en más de una ocasión la importancia de respetar ese plan. La respuesta del gerente fue negativa, respaldado en todo momento por Mario Conca, vicepresidente, y Daniel Schapira, segundo máximo accionista de la concesionaria, quienes estaban en La Cisterna. "¡Entonces yo me voy!", le dijo Kudelka a los dirigentes. "¡Váyase entonces!", le respondió Aguad.
Su salida se cerró con dos meses de sueldo, cercano a US$ 150 mil. Luego de 286 días, el mejor técnico de la Superliga argentina 2017-2018 prefirió partir.
Kudelka no quiso partir sin explicarle al plantel la situación. Estaba escoltado por Raúl Armando, su ayudante, y Mauro Ceruti, su preparador físico. En ese diálogo, les manifestó su cansancio por las diferentes situaciones que lo golpearon desde su llegada a la U, la incapacidad de la gerencia deportiva para cumplir sus requerimientos y el cortocircuito que se produjo con Aguad al enterarse de que se estaba buscando a otro técnico para tomar el puesto en mayo,cuando expiraba el contrato.
Los futbolistas intentaron frenar la salida del estratega. Le pidieron que continuara, que siguiera al mando. Herrera fue el primero que lo respaldó. El grupo le ratificó que entendían su idea de juego, que solo era cosa de tiempo comenzar a ver buenos resultados. "Todo el plantel le pidió que siguiera, que aguantara. Fue un tipo muy digno y prefirió irse antes de que lo echaran. Es un gesto de mucha hombría de su parte", afirmó Herrera.
Sin embargo, se mantuvo firme en su idea de dar un paso al costado. Les agradeció su paciencia y las ganas de revertir el difícil momento. La gerencia deportiva se reunió con los referentes y les dio explicaciones que, según Aguad, supieron entender.
Hoy, la U espera a su nuevo técnico. Algunos futbolistas y funcionarios ya fueron informados de que será Alfredo Arias. La práctica ya fue modificada para la tarde, a la espera de oficializar el nuevo entrenador, lo que se producirá luego de una reunión matinal del directorio en el segundo piso del CDA, el mismo lugar donde Kudelka dijo adiós.