El Real Madrid y el Barcelona se dan con todo a propósito del Caso Negreira. La lucha entre los clubes más grandes de España y dos de las principales potencias del fútbol mundial no admite concesiones y se intensifica cada vez más, al punto de que traspasa el ámbito deportivo y ahora adquiere tintes derechamente políticos.

Los merengues están dolidos y reaccionan con dureza. La relación que planteó el timonel blaugrana, Joan Laporta, quien vinculó al club de la capital con el franquismo, terminó por cortar el último hilo de civilidad en la relación entre ambas instituciones. A partir de ahora, todo vale.

Virulencia total

El Real Madrid se hizo parte de las denuncias por graves irregularidades en el arbitraje, que manchan el período más glorioso del Barça. Esa acción terminó por transformarse en la declaración de guerra entre ambos clubes. “Un ejercicio de cinismo sin precedentes”, lo cataloga Laporta. “El Real Madrid es un club que ha sido favorecido por decisiones arbitrales históricamente. Un club que ha sido considerado el equipo del régimen”, contesta el mandamás de los catalanes, aludiendo a uno de los períodos más controvertidos de la historia de España: la dictadura de Francisco Franco.

“Cabe recordar que, durante siete décadas, la mayoría de los presidentes del Comité de Árbitros han sido exsocios, exjugadores o exdirectivos del Real Madrid. Durante 70 años, las personas que debían impartir justicia en el terreno de juego ha sido gente relacionada con el Real Madrid. Que este club alegue que se siente perjudicado me parece un ejercicio de cinismo sin precedentes. Confío que este juicio les desenmascare y les ponga en su sitio”, disparó Laporta.

¿Qué dijo el otro?

En el Madrid no se quedaron de brazos cruzados. Por el contrario, la reacción fue incluso más enérgica: les dieron a los archirrivales con el peso de la evidencia. A través de sus plataformas oficiales, los merengues les recordaron un hito particularmente especial: la inauguración del Camp Nou. Con un elemento añadido: la presencia en el acto de José Solís Ruiz, ministro general del régimen franquista. Un audio de la época resalta que Solís actúa “en nombre del Jefe del Estado” en el solemne acto. El registro resalta el sentido nacionalista de la ceremonia.

El club blanco no se queda ahí y lanza otro dato clave. “El Barcelona otorgó la insignia de oro y brillantes a Franco”, apunta. También sostiene que en 1965 lo nombró socio honorario y que lo condecoró en tres ocasiones. Otro más: que el club fue salvado de la quiebra en tres ocasiones durante el período y que obtuvo ocho ligas y nueve Copas del Generalisímo bajo su gestión, además de la extensa sequía merengue durante ese lapso: 15 años. “El Real Madrid queda desmantelado en la guerra civil. Jugadores asesinados, detenidos y exiliados, como relata el documental de Santiago Bernabéu, que recuerda que hacia 1939 el club estaba en una “situación crítica”, con su sede desaparecida por un bombardeo, los trofeos robados. “Las gradas del viejo Chamartín se han deshecho para obtener madera”. “De aquella plantilla solo quedan cinco jugadores. El resto se han exiliado (sic)”, apunta.

La última es una reflexión del propio Bernabéu. “Cuando oigo que el Real Madrid ha sido el equipo del régimen, me dan ganas de cagarme en el padre de quien lo dice”, se le escucha decir en un registro. Es la conclusión final de la rotunda respuesta merengue al archirrival.

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