Diego Buonanotte llegó a Chile a mediados de 2016 y se transformó en uno de los jugadores más queridos por los hinchas de Universidad Católica. El cariño es recíproco, al punto de que el transandino ha declarado que su intención es terminar su carrera en el club cruzado. Sin embargo, no todo es felicidad para el Enano. El volante argentino aún sufre por una herida que no cierra.
Buonanotte se formó en River Plate. Con 16 años, ya entrenaba en el primer equipo millonario y fue campeón de la mano de Diego Simeone. También le tocó vivir la otra cara de la moneda. La de la indiferencia del cuerpo técnico de turno y, peor aún, la del descenso en 2011, un destino que no pudo ayudar a evitar porque el entrenador Juan José López ni siquiera lo consideraba.
“Hice todas las Inferiores, fui al colegio del club, me crié en River. Y después tener que irme sin jugar, por un problema extrafutbolístico que me apartaron del equipo y más con el tema del descenso, pero las cosas se dieron así”, recordó en el programa 90 Minutos, de Fox Sports.
Buonanotte había vuelto desde España. El Málaga, que lo había adquirido, decidió prestarlo al club de la banda sangre. “Con Passarella tenía muy buena relación, él fue el que me hizo debutar. Tenía un diálogo constante y permanente con él y me decía que era decisión del entrenador. Me venden en diciembre y me dejan cedido un semestre. Ya sabía que no iba a jugar, me quería quedar sabiendo lo que se jugaba River. Fue un tema con Jota Jota (López). Fue extraño, nunca hubo una pelea, nunca le falté el respeto a él, ni una discusión. De hecho, varias veces le escribía a (Matías) Almeyda, y le decía ‘quiero volver a estar con ustedes desde el lugar que me toque’ y me decía lo mismo ‘JJ no quiere que estés’”, se desahogó el actual volante de la UC.
Pese a que no tuvo opción de contribuir a evitar la desgracia de la forma en que mejor sabe hacerlo, Buonanotte se siente responsable por el descenso millonario. “Uno se hace cargo de las cosas, cómo no me voy a hacer cargo del descenso. Más que nada, de la sensación de no poder hacer nada", explicó. En rigor, ese día ni siquiera estaba en el estadio Monumental. "Estaba bautizando a mi hija en el pueblo y teníamos un televisor mientras comíamos, porque estaba jugando River contra Belgrano y ésa es la sensación que me quedó, la de no poder hacer nada”, relató.
Buonanotte también recordó otro momento amargo que le tocó vivir con River, tras la eliminación contra San Lorenzo por los octavos de final de la Copa Libertadores. “Me acuerdo de esa situación, eran momentos complicados para salir a la calle. El hincha estaba dolido y te lo hacía sentir. Yo tenía 21 años y vivía solo en ese momento”.
También elogió a su excompañero Marcelo Gallardo: "Uno veía a Marcelo, que era un entrenador adentro del campo, y como veía el fútbol. Nadie se iba a imaginar lo que iba a llegar a hacer y lo que significa ahora para River, pero era ya era un técnico adentro de la cancha”.
Hoy, dice, disfruta a River como un fanático más. “Siempre me preguntan si me gustaría volver a jugar a River, y les digo que sí, claro. Pero uno debe saber en dónde está parado, y digo que me encantaría, pero mi realidad es otra. Lo disfruto como hincha, nos ponemos la camiseta de River con mis hijos y lo disfrutamos como hinchas”, concluyó.