Eduardo Berizzo afronta la segunda fecha doble de las Eliminatorias con todo el peso sobre sus hombros. Aunque el camino hacia el Mundial que organizarán conjuntamente Estados Unidos, México y Canadá en 2026 recién comienza, lo concreto es que al técnico de la Selección le queda cada vez menos margen de error. Lo disminuyó considerablemente con el discreto inicio de las Eliminatorias, que incluyó la caída frente a Uruguay y el pálido empate frente a Colombia. En ambos encuentros, otra vez, se vieron escasos avances respecto de la identidad que se espera de una escuadra dirigida por alguien que llegó al puesto avalado por una credencial inconfundible: haber sido el colaborador más cercano de Marcelo Bielsa en la gestación del combinado que, más tarde, se transformaría en el más exitoso de la historia del fútbol chileno.
La tolerancia con el Toto se acaba. Aunque en la ANFP defienden su proceso, fundamentalmente por la seriedad de su labor, los hinchas y hasta quienes formaron parte de la historia del combinado nacional se atreven a ponerle la pistola al pecho. En ese sentido, la doble fecha, que parte esta noche con el encuentro frente a Perú, en el estadio Monumental, y continúa el martes con el choque frente a Venezuela, en Maturín, asoma como una gran oportunidad para sumar puntos ante dos rivales históricamente accesibles en cualquier condición. Para los más categóricos, incluso, es una obligación.
Qué se juega
A las viejas glorias de la Roja no les tiemblan la mano ni la voz para sentenciar qué se juega Berizzo en esta pasada. “Su permanencia. Lo digo con todas sus letras”, apunta, por ejemplo, Leonardo Véliz, mundialista en Alemania 1974. “Si el fútbol chileno estuviera en otra posición, se le podrían dar dos partidos más, pero se ha visto hasta ahora una Selección muy discreta, que no convence a nadie”, sostiene el Pollo respecto de lo que ha exhibido el equipo nacional en la gestión del transadino, para sumarlo como elemento de análisis. Y hay uno más. “Esto se ve aumentado con las nominaciones que no se entienden, como Diego Rubio o con ausencias con las de Claudio Bravo. Hay una serie de factores, pero más que nada es el rendimiento futbolístico. A Perú hay que ganarle casi por decreto. Si no gana este partido, se le pone muy cuesta arriba”, sentencia.
El siguiente juicio es respecto de una rivalidad que no admite concesiones. “Perú no viene muy bien, pero es el gran clásico de la Selección. No contra Argentina, como la gente cree. Hay historia y rivalidad futbolística de la mano”, apunta.
Incluso añade elementos adicionales que contribuyen al contexto. “Incluso influye todo lo que ha pasado con lo del Mundial de 2030. El fútbol chileno está en un coma inducido. Ganarle a Perú sería un analgésico nomás, pero siempre se le ha ganado acá. Lo mismo que a Venezuela, donde sea”, especifica.
“Se le pone cuesta arriba”
Jorge Aravena coincide plenamente con Véliz. “Si no conseguimos los seis puntos, evidentemente se le pone cuesta arriba. Si pretendemos clasificar directo al Mundial hay que sumar sí o sí estos seis”, establece el Mortero, quien repara en la escasa identidad que ha alcanzado el combinado nacional con los hinchas. “Coincido en el análisis que hace el Pollo Véliz. Estamos a un día del partido y no existe la expectación que existía con otras selecciones, que antes partía una semana antes, incluso con el interés en los rivales, en saber cómo jugaban . Hoy vamos a jugar con Perú y no se ve la expectación. En Pinto Durán no hay ni gente y lo normal es que antes de los partidos esté lleno. No existe entusiasmo”, apunta.
La siguiente consideración es estrictamente futbolística. “Uruguay nos pasó por arriba. Nos ganó inapelablemente”, sentencia el ex volante de Universidad Católica. Sin embargo, también aporta un atisbo de optimismo. “Con Colombia fue el mejor partido que ha jugado con Berizzo al mando. Ojalá sea el punto de arranque. Se jugó bien al fútbol, se elaboraron jugadas, hubo posibilidades de gol. Hasta ahí no se veía claridad en lo que se quería hacer”, establece.
La fórmula de Musrri
Luis Musrri parte deseándole el mayor éxito posible a la Roja. “Quiero que gane, como todos”, sostiene, en principio. De hecho, evita un juicio respecto del futuro que Berizzo, según los resultados que obtenga en estos dos encuentros. “No sé qué estarán pensando en la ANFP”, se excusa.
Sin embargo, es categórico en una consideración. “Son partidos en los que Chile debe rescatar puntos. Si no se complica la clasificación, sin dudas”, enfatiza el mundialista en Francia 1998 respecto de la importancia que tienen ambos compromisos en la calculadora de las Eliminatorias.
El ex capitán de la U, incluso, postula una proyección. “Deberían ser cuatro, al menos por lo que ha pasado en los últimos años, en que las distancias han sido cada vez menores en relación a las históricas. Triunfo ante Perú y empate en Venezuela. Así debería ser”, adelanta, otra vez remarcando la importancia de no dejar escapar más unidades, sobre todo actuando como locales.