El surf es uno de los deportes que más acciones estéticamente impactantes suele ofrecer. Ver a los riders dominando las olas o en el interior de los tubos produce admiración: se trata de una irrefutable prueba de destreza.
En los Juegos Olímpicos, la definición llegó a otro nivel. Una acción del brasileño Gabriel Medina, máximo exponente de este deporte a nivel mundial, se ha tomado la atención del mundo. La otra parte la hizo un fotógrafo, que inmortalizó el singular momento.
El surfista suspendido en el aire
El surf se disputa en Tahiti. Ahí, este lunes, Medina relució todas sus condiciones. La imagen fue captada por Jerome Brouillet, fotógrafo de AFP y muestra a Medina y su tabla de surf suspendidos en el aire. Están alineados a la perfección y unidos por la correa. La pose triunfal de Medina le da el toque final: con el brazo derecho levantado y el dedo índice señalando hacia el cielo, el brasileño escenificó una imagen icónica en los Juegos.
Brouillet dice que esperaba la situación. “No me sorprendió, estaba preparado”, declaró a The Washington Post. “Yo y los otros fotógrafos en el barco supusimos que iba a hacer un salto, y eso fue lo que hizo. Entonces apreté el botón”, sintetizó. Esa imagen se transformó en el resumen perfecto de la jornada.
Medina, en tanto, no solo pasó a la historia como protagonista de la escena: logró una puntuación de 9,90, lo que le atribuye un nuevo récord olímpico para una sola ola.
Una celebridad
Brouillet, en tanto, se transformó en una celebridad. “Saqué mi teléfono y tenía muchísimas notificaciones sobre Instagram y cosas así. Hice clic y vi una cantidad inusual de seguidores siguiéndome”, explicó, en la misma entrevista al periódico estadounidense. “Entonces supuse que algo estaba pasando, y luego vi primero una publicación de Brasil con la foto, y luego se convirtió en un vórtice… y luego… se volvió viral. Increíble, sorprendente”, resumió respecto de las reacciones que produjo su auténtica obra de arte.
Al profesional no le complicaron los comentarios que ponían en duda la autenticidad de la imagen. “Nunca pensé que fuera posible que esta toma fuera tan apreciada, pero puedo entender por qué… La alineación de Gabriel y la tabla: algunos han tratado de decir que es un retoque de Photoshop, pero no, Gabriel y la tabla simplemente están alineados así, con la correa conectando los dos elementos”, explicó.
Hoy, es parte de una historia que se toma con calma. “Al igual que yo, él no sabía que esta toma daría la vuelta al mundo de esta manera”, sostuvo. “Para él, fue simplemente otro ascenso a la ola como lo hace cada vez, y yo simplemente lo estaba fotografiando como lo hago cada vez”, concluyó.