La historia detrás del duro round que protagonizaron Mauricio Isla y Aníbal Mosa en plena negociación por llegar a Colo Colo
Este domingo, después de la victoria sobre Unión Española, el timonel del Cacique reveló su decepción con el lateral derecho de la Selección. De vuelta, recibió un misil: el Huaso desmintió los millonarios montos que han circulado en la operación. En Macul exploran otros nombres e, incluso, cambiar el puesto a reforzar.
Mauricio Isla se aleja del estadio Monumental. O se aleja cada vez más, si alguna vez estuvo cerca de llegar a convertirse en refuerzo de Colo Colo. El domingo, después de la angustiosa victoria sobre Unión Española, Aníba Mosa, el presidente de Blanco y Negro, estableció claramente posturas que parecen imposibles de congeniar. El timonel albo se afirmó en la indiferencia que ha mostrado el seleccionado nacional frente a la posibilidad de defender al equipo más popular de Chile. “Hicimos tres ofertas y las tres ofertas fueron rechazadas. Estamos viendo otras alternativas en este momento. La señal que da es que no quiere venir. Cuando uno rechaza tres ofertas y a todas las propuestas que mandamos dice que no, entendemos que a él no le interesa”, comentó.
El dardo no fue el único que lanzó el portomontino. “Me llama la atención porque pensamos que, por lo que nosotros habíamos escuchado, tenía muchas ganas de venir. Cuando uno hace una oferta, o hace dos, por lo general recibe una contrapropuesta y lo que recibimos fue una negativa, las tres veces, así que me llamó la atención”, sostuvo. Y, si bien no dio por concluidas las negociaciones, abrió decididamente la puerta a buscar alternativas. “Estamos trabajando. Nada está cerrado, todas las cosas siempre siguen abiertas, pero nosotros no nos quedamos con un solo nombre, estamos trabajando por el lado para ver de qué manera satisfacemos las necesidades del entrenador del equipo”, sostuvo. Esa postura también gana adeptos en el resto del directorio albo.
Más mesurado se mostró Jorge Almirón. “Llega un momento en que si no hay nada concreto, hay que darle un cierre a esto, pero yo lo que sé es que se está negociando o que por lo menos las dos partes están interesadas (...) Es algo de la negociación, no me puedo meter en lo que quiere el jugador ni en lo que puede llegar a alcanzar el club. Pero yo creo que son momentos de negociaciones, no veo cerrado lo de Mauricio Isla. Esperemos tener noticias en estos días”, manifestó el estratega, probablemente sin siquiera sospechar la hecatombe que se desataría por la intervención de Mosa.
Respuesta con todo
Isla no se quedó atrás. Una story en Instagram, con una imagen en la que Mosa aparecía compareciendo ante los medios de comunicación para dar los detalles relativos a la operación que le involucra, le sirvió para lanzar dados que consideraba certeros. “Primero pedí 70 millones, segundo que pedí 60 millones, tercero que pedí 50 millones y ahora que no quiero ir, jajaja. Más respeto”, exigió. “Milagro que juego a fútbol para los hinchas y para la familia, no para los dirigentes”, complementó, añadiéndole un nuevo elemento a una distancia que parece irreconciliable, al margen de que el timonel albo mantenga una esperanza de retomar las tratativas cada vez menor.
Hay varios elementos, al margen de lo económico, que alejan al lateral derecho de la Generación Dorada de un potencial fichaje en el Cacique. Y que, de alguna manera, provocaron el enfrentamiento con Mosa. El primero, más objetivo, es que paralelamente al ofrecimiento albo, el defensor maneja otras propuestas en el exterior. La más pública es la del Los Ángeles FC, de la MLS. Hay más: Peñarol, de Uruguay, y el Real Oviedo, de España, también han consultado por sus servicios. Antes de aceptar cualquier propuesta, en todo caso, Isla debe concretar su salida de Independiente. Al club argentino debe abonarle los US$ 600 mil establecidos en la cláusula que le permitiría dejar el club argentino antes de que expire su contrato. Lo que Isla y su entorno dan por descontado es que todos los interesados en el exterior cumplirán sus expectativas económicas.
Riesgos mutuos
Si bien en Macul existía el consenso en la disposición de satisfacer los requerimientos de Jorge Almirón, uno de los cuales era precisamente fortalecer el sector derecho de la zaga (también tuvo en mente a Matías Catalán, quien le habría servido como lateral o central por el mismo lado), en el caso de Isla había algunos reparos. Además de la abultada inversión económica por un jugador de 36 años, sin opción de reventa, estaba fresco el rendimiento que el buinense había mostrado en su paso por Universidad Católica, donde estuvo lejos de transformarse en la figura descollante que sugerían sus antecedentes. En su ciclo en la escuadra de la franja había una particularidad: pese a que se había formado en San Carlos de Apoquindo, recién después de su periplo por el extranjero, que incluyó pasos por Italia, Francia, Inglaterra, Turquía y Brasil, pudo debutar en la liga chilena. Entre 2022 y 2023, alcanzó a disputar 22 partidos por la UC en el Campeonato Nacional, en los que solo marcó una vez. Agregó seis por la Copa Chile y dos por la Copa Sudamericana. En ninguno de esos encuentros se hizo presente en el marcador.
Además de lo futbolístico, Isla estuvo en la mira por su comportamiento. En San Carlos de Apoquindo irritaba que se fuera permanentemente de fiesta e incluso que apareciera a mitad de semana exhibiendo fotos en la playa. Esa situación era interpretada como señal de escaso compromiso con el club. ¿Cuál fue la gota que rebasó el vaso? La expulsión frente a O’Higgins, que le marginó del Clásico Universitario. Aún sin la posibilidad de utilizarle ante la U, en la UC esperaban que el carrilero, referente obligado del plantel por su experiencia, acompañara al plantel a Concepción. ¿Qué hizo Isla? Pidió permiso a Cruzados para irse de vacaciones a Colombia.
Por contrapartida, Isla también tenía motivos para establecer ciertos reparos a la posibilidad de firmar en el Cacique. Como han manifestado algunos de sus compañeros en la Selección, liderados por Claudio Bravo, la exposición a las críticas de los hinchas, a través de las inclementes redes sociales, es un factor que les hace pensar en las ventajas de aceptar propuestas foráneas. Paradójicamente, es el mismo espacio que suelen utilizar para realizar descargos. Los que publicó el lateral después de escuchar a Mosa son la muestra más fehaciente en ese sentido.
Hay otro elemento que también pesa: los gruesos insultos que recibió el jugador en su paso por el Monumental, cuando defendía a la UC. En diciembre de 2022, cuando los albos buscaban los puntos que les permitieran abrochar la corona del torneo, los fanáticos albos le recordaron el quiebre matrimonial con Gala Caldirola. Curiosamente, en un notorio acto fallido, la cuenta oficial de Cruzados posteó una imagen del vestuario estudiantil, con una camiseta de Isla en primer plano y un mensaje que se prestaba para las interpretaciones que le dieron los cibernautas. “Como siempre, el camarín se viste de gala para recibir a los cruzados”, escribieron. El trolleo no tardó en producirse.
Hay un último elemento que también puede explicar la disposición de Isla hacia la propuesta colocolina. El Huaso es un reconocido hincha de Universidad de Chile, quien en su momento llegó a entrenar en el CDA mientras superaba problemas físicos. También ha admitido su sueño de defender a los laicos. A la UC volvió por el cariño que le guardaba en su condición de club que le formó. En Macul habría tenido motivos suficientes como para sentirse un extraño.
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