La hora más difícil de Matías Camacho en Colo Colo y los coletazos que puede traer en Blanco y Negro

Una verdadera guerra civil interna se vive en el Club Social y Deportivo Colo Colo. El presidente de la entidad Matías Camacho aparece como el principal apuntado de una de la peores crisis de una organización que llegó a tener más de 70 mil socios al día hace dos años y que hoy no supera los 15 mil. Un escenario muy lejos del que ideaba a su arribo en octubre de 2022, donde se proyectaba como el presidente del centenario de la institución.

“Es un orgullo tremendo, pero también impone una responsabilidad grande, porque tenemos que estar a la altura de ese desafío histórico con una gestión impecable. Tenemos que seguir consolidando el crecimiento que se vio en esta gestión. Eso también tiene que ver con el fortalecimiento institucional y se da en la medida de que seamos más socios y socias, en la que haya más organizaciones dentro del mundo colocolino y una mejor articulación de las filiales desde Arica a Magallanes”, decía a El Deportivo.

En esa entrevista también se definía como un gobierno de continuidad de las últimas dos gestiones: la de Fernando Monsalve y la de Edmundo Valladares. “Buena parte de este directorio participó en ellas. Pero tenemos que adecuarnos a los desafíos del futuro. Hoy el club es muy distinto al de 2018, debemos tener una gestión a la altura de esos tiempos, profesionalizarla, implementar medidas de transparencia, probidad y de mayor participación, sobre todo. Queremos tener como sello distinto la participación de la base social”, recordaba.

Pero hoy el presente es totalmente distinto para el abogado y militante del Partido Socialista, pues su propio directorio le pidió la renuncia por abandono de deberes y episodios de maltrato, entre otras situaciones denunciadas, por lo que el directorio decidió pasarlo al Tribunal de Ética y Disciplina. “El presidente ha faltado a sus responsabilidades y compromisos con el Club Social y Deportivo Colo Colo, lo que ha generado un deterioro en la gestión y el cumplimiento de los objetivos institucionales”, expresaron mediante un comunicado.

“El señor Matías Camacho Reyes ha incurrido en reiterados maltratos hacia otras directoras, directores y trabajadores del club, afectando la convivencia y el ambiente laboral, lo que resulta incompatible con los valores de respeto y trabajo en equipo que deben primar en una institución como la nuestra”, afirman los denunciantes”, se lee en ese mismo escrito. En efecto, desde su llegada, varios funcionarios han salido de la entidad.

Sin ir más lejos, el Tribunal de Ética y Disciplina ya sancionó al timonel por una denuncia de acoso laboral y maltrato psicológico en contra de Mariana Muñoz, exdirectora, realizada en una asamblea en mayo pasado. La entidad sancionó al timonel a ofrecer disculpas públicas, además de una amonestación por dicha conducta.

En un nuevo comunicado, el directorio de la corporación acusó amenazas de muerte. “Algunos directores y directoras hemos sido objeto de amenazas de muerte de números de teléfonos anónimos, si no renunciábamos nuestros cargos en el directorio del club”, denunciaron.

“Estas expresiones de violencia y matonaje no tienen cabida en nuestro club. Lamentamos constatar que estas situaciones, que considerábamos erradicadas de nuestro seno, hayan resurgido en este contexto de crisis”, añadieron.

Asimismo, también denunciaron el cierre unilateral de sus correos institucionales, dando cuenta del pésimo ambiente interno que hoy reina en la entidad.

Camacho, por su parte, se limitó a subir en sus redes sociales una foto de Salvador Allende, con Augusto Pinochet detrás, insinuando una traición y un golpe de Estado.

Asimismo, se indica que al timonel se le solicitó la renuncia el 30 de agosto, sin obtener respuesta alguna. Pero quizás lo más llamativo es que dentro de los 13 miembros que firmaron la petición se encuentra Alejandro Droguett, quien integra junto a Camacho la mesa de Blanco y Negro. El voto de ambos permitió la elección de Aníbal Mosa por sobre la continuidad de Alfredo Stöhwing.

El presidente del CSyD ha sido apuntado directamente por el bloque opositor a la actual administración de la concesionaria por ser el responsable de la salida del gerente de operaciones, general (r) Rodrigo Herrera. Una publicación de AS Chile dio a conocer que Camacho intentó realizar gestiones para retirar el artículo 102 a un grupo de barristas. En rigor, según pudo conocer El Deportivo, se trata de dos personas sancionadas con prohibición de ingresos a los estadios (uno por entrar un cortejo fúnebre sin autorización al Monumental y el otro por un episodio ocurrido ante la UC). Como Herrera no estuvo dispuesto a acceder, poco tiempo después se produjo su alejamiento.

También se le cuestionó al timonel de la corporación por aparecer en fotos con barristas con sanciones vigentes y por agradecer a la Garra Blanca por su colaboración con los damnificados en los incendios de Valparaíso. “Quiero reconocer públicamente el trabajo de la @garrablancaoficial tantas veces vilipendiada y cuyos barristas se pusieron la 10 en esta tragedia para trabajar con tenacidad y sin descanso. Es fácil resaltar lo malo y omitir lo bueno, yo me saco el sombrero frente a lo que los y las barristas de Colo-Colo hicieron en esta tragedia”, escribió en su cuenta de Instagram.

La situación de Camacho es compleja, pues si llega a ser destituido de su cargo deberá salir del directorio de Blanco y Negro por disposición del Club Social. Si esto ocurre, en abril deberá llamarse a una Junta de Accionistas para elegir nuevamente al directorio de la concesionaria.