La selección nacional de vóleibol femenino cautivó a sus asistentes. Un joven equipo generó altas expectativas sobre la posibilidad de conseguir medallas. Se plantaron de igual a igual con las potencias del continente, pero cayeron en los cuartos de final ante Argentina.
A pesar de quedar sin la posibilidad de pelear por alguna medalla, los espectadores continuaron apoyando y repletaron el Movistar Arena en el duelo por el quinto lugar. En ese sentido, Chile obtuvo un histórico triunfo sobre Colombia.
Las proyecciones sobre el equipo son altas y la capitana Beatriz Novoa lo tiene claro: “Uno quiere que haya más giras, siempre uno quiere más. Quizá falta preparación en otros países, ir a jugar contra equipos mejores, aunque sean clubes. Eso serviría mucho. Hace tres años, Argentina o México nos ganaban 3-0 fácil y ahora no. Plantamos cara y mostramos un mejor vóley. Este equipo tiene mucho por demostrar aún (...) Este grupo que está acá se formó hace dos años, llevamos poco tiempo como equipo porque somos muy jóvenes, pero hemos crecido rápido“, indica.
Una selección querida
La receptora de 22 años valoró el inesperado impacto que tuvieron y el apoyo de la gente: “No me lo imaginaba. Yo pensaba que al vóley femenino le costaba llegar a más gente, pero al final uno se da cuenta que estaba equivocada. Ojalá que nuestro deporte tenga más cobertura y seguimiento porque a la gente le encanta”, señala.
Novoa cuenta con una amplia experiencia. Pese a que tiene solo 22 años, milita en el extranjero desde hace cinco. “Si soy la jugadora que soy ahora es porque salí a los 17. Hubo un momento que dije ‘si no me voy, no voy a crecer lo que yo quiero’. En ese momento no había ninguna chilena jugando en el extranjero entonces no había una referente a quien mirar”, afirma.
“Primero en Argentina fue un cambio porque, aunque no estaba en uno de los mejores clubes, allá se deja todo en cualquier entrenamiento, pero yo tenía esa misma mentalidad. Eso acá en Chile no pasa. Aprendí muchísimo”, complementó, la jugadora que también pasó por Perú y España. Su último equipo fue el CV Sayre, donde tuvo un gran desempeño que le permitió fichar por el CV Hidramar.
“Puedo decir que juego a nivel profesional afuera. Y ahora falta que otras se sumen a mí. Hay varias que han salido, algunas se han quedado un año, después vuelven. Pero me siento feliz por ver que haya chicas saliendo y quieran ser profesionales” comenta.