Nick Kyrgios siempre deja algo en sus declaraciones. El tenista australiano no ha tenido una temporada como la del año pasado, donde llegó a la final de Wimbledon. Por el contrario, las lesiones no le han permitido tener un óptimo rendimiento.
Actualmente, ocupa la casilla número 35 del ranking ATP, y ya comienza a vislumbrar qué es lo que quiere para la parte final de su carrera. Mientras tanto, ha hecho noticia por varias razones. Una de ellas, el tatuaje de Pokémon que cubre toda su espalda y llama la atención por su espectacularidad, pero también por sus frases.
En una entrevista con Tennis Majors, el oriundo de Canberra sinceró sus planes. “La planificación está fuera de control, hermano. Me estoy haciendo viejo, ya tengo 28 años. Pero con todo lo que he bebido y me he ido de fiesta parece que tengo 57″, reconoció. Y agregó, para no dejar un atisbo de dudas: “33 es una locura. De ninguna manera jugaré hasta los 33 años. Una vez que me vaya, no me van a volver a ver”.
Eso sí, reconoció sus ganas de ser entrenador y dijo que podría verse dirigiendo a Frances Tiafoe. “Creo que podría simplemente entrenar. Ser entrenador de Foe (Tiafoe) a tiempo completo. ¡¡¡Eso sería enfermizo!!!”, reveló.
La alusión no es casual y se hizo realidad el fin de semana pasado, cuando el oceánico se inscribió para participar en el torneo de exhibición UTS Los Angeles, que se disputó del 21 al 23 de julio, pero se tuvo que restar a última hora por seguir arrastrando molestias físicas. Fue reemplazado por el Benoit Paire, pero aprovechó la cita para probar una experiencia nueva como entrenador de Tiafoe. Eso sí, los resultados no fueron muy buenos, pero al menos garantizaron espectáculo.