El final del partido entre Uruguay y Colombia fue tan escandaloso como escasamente sorprendente en un escenario en que la Celeste termina derrotada en un partido decisivo. Hasta cierto punto, quienes han sido testigos de la trayectoria histórica del combinado rioplantense esperaban que, después de la clasificación cafetalera a la final frente Argentina, algo pasara. Y sucedió: enfrentamientos entre los futbolistas uruguayos y colombianos terminaron dando paso a escenas aún más bochornosas, pues el cuadro lo completaron los hinchas colombianos, de presencia mayoritaria en las tribunas del Bank of America Stadium, que terminaron enfrascándose en intercambios con los jugadores orientales.
Mientras a metros suyos ocurría un escándalo de proporciones, hubo alguien que no se dio por enterado: Marcelo Bielsa. En la conferencia de prensa posterior al encuentro, el estratega, que en sus planificaciones y en el desarrollo de los partidos no descuida detalle alguno, planteó abiertamente que no advirtió lo que estaba pasando.
Insólita explicación
Según sus palabras, Bielsa supo de lo que había ocurrido solo porque después se lo contaron, pues ya había iniciado el camino al vestuario cuando en la cancha abundaban los golpes y empujones. “No vi todo lo que pasó. Creí que el incidente había terminado con una disputa en la mitad de la cancha y cuando vi que eso se había resuelto, me fui al vestuario”, planteó en su comparecencia ante los medios de comunicación.
La siguiente referencia de Bielsa refuerza su versión que no había apreciado ni los incidentes ni su gravedad. “Creí que los jugadores estaban en un ángulo de la cancha agradeciendo al público uruguayo el apoyo. Después supe que hubo otras dificultades lamentables”, insistió.
Ahora, de todas formas, tendrá que preparse para eventuales sanciones por parte de la Conmebol hacia alguno de sus jugadores. Quien corre más peligro es Darwin Núñez. El delantero del Liverpool fue uno de los participantes más activos en la refriega. De hecho, las imágenes lo muestran claramente intercambiando golpes con los hinchas.
La participación uruguaya en el torneo no ha concluido: el sábado debe medirse con Canadá por el tercer puesto de la competencia.
El comunicado
La Conmebol reaccionó frente a la pelea. A través de un comunicado, la entidad que preside Alejandro Domínguez rechazó la situación. “La Conmebol condena enérgicamente cualquier acto de violencia que afecte al fútbol”, planteó.
Las siguientes alusiones, derechamente, parecen eslóganes. “Nuestra labor parte de la convicción de que el fútbol nos conecta y nos une, a través de sus valores positivos”, añade. Y prosigue: “No hay lugar para la intolerancia y la violencia dentro y fuera de la cancha”.
Lo último es un llamado. “Invitamos a todos en los días que quedan a volcar toda la pasión en alentar a sus selecciones y tener una fiesta inolvidable”, puntualiza.
El instrumento no alude a eventuales investigaciones y sanciones a los responsables.