La Inspección del Trabajo se hace presente en la ANFP. Este lunes, cerca de las 15 horas, la fiscalizadora Cecilia Cariz llegó a la sede de Quilín acompañada de Patricio Blanca, uno de los tres árbitros despedidos por Javier Castrilli, la cabeza del referato chileno.
La semanada pasada, Castrilli anunció el despido de Patricio Blanca, Omar Oporto y Raúl Orellana, según publicó El Deportivo. ¿El motivo? El rendimiento y la edad de los tres profesionales iban en contra del proyecto que se busca levantar entre los jueces chilenos.
“Estos árbitros son dados de baja por edad y rendimiento. Blanca estuvo dos años en Primera División en gestiones anteriores y ellos también decidieron bajarlo de categoría. Es un muchacho que ya tiene 40 años y por edad no podemos seguir trabajando en él. Nosotros queremos árbitros internacionales y esa falta de proyección nos lleva a tomar estas medidas”, decía Castrilli a La Tercera.
De paso, el ex juez FIFA aseguraba que la salida de los jueces no tenía relación con los dichos de Blanca. Horas antes de despedir al réferi, este último había comentado la idea de vetar al presidente del sindicato de jueces, Johnny Harasic, por supuestas irregularidades, situación que se concretó este lunes.
Frente a tal escenario, Patricio Blanca tomó acciones. “Acudimos a la inspección del trabajo. Nos estaban casi que esperando porque sabían lo que nos pasaba. Ahí las personas que nos recibieron derivaron todos los antecedentes que públicamente todos conocen. Ella tomó nota de lo que decíamos y ya tenían las notas de prensa. Estaba todo bien avanzado”, dice Blanca, al ser consultado por El Deportivo. “Nosotros, los tres árbitros, denunciamos e informamos las malas prácticas que ocurrieron. Se constituyen muchos antecedentes de infracciones y hay un despido injustificado”, agrega el árbitro.
Los antecedentes dieron paso a la fiscalización en la sede de Quilín. A eso de las 15 horas, el propio Blanca junto a personeros de la Inspección del Trabajo llegaron a recopilar información a la ANFP. Desde la ANFP reconocen la visita de la Inspección del Trabajo. Se solicitaron contrato de ocho colaboradores, las últimas 6 liquidaciones de sueldo de estos, contratos y liquidaciones de los dirigentes sindicales. No se trataba de una instancia que tuviese por objeto determinar si los despidos fueron o no injustificados. Esos temas se resuelven de forma posterior en comparendos de conciliación o en tribunales.
“Fuimos cerca de las 15 horas a la Inspección del Trabajo. Ingresamos a la sección de recursos humanos y se realizó la fiscalización por mi despido. Incluso, se percataron que habían cotizaciones previsionales que no estaban pagadas. Se solicitó fiscalizar a Javier Castrilli”, revela el juez despedido.
El argentino, frente a la solicitud, aceptó la gestión. Eso sí, solicitó que el árbitro despedido no ingresara a su oficina. “Castrilli solicitó que no ingresara a la oficina. Él puede hacerlo, está bien. La fiscalizadora le pidió antecedentes de mi despido. Le preguntaron por el tema de las pruebas físicas, le solicitaron antecedentes para demostrar que yo no los había demostrado. Él mostró documentos, pero ahí salía que yo había aprobado todo. También pidió la nómina y hay varios árbitros mayores que yo. También le pide el argumento técnico de mi despido y él enumera distintas situaciones, pero todas sin documentación. Finalmente, es que no cumplí sus expectativas”, dice Blanca.
Este miércoles, Blanca recibirá el informe final de la Dirección del Trabajo. Asegura que llegará hasta las últimas consecuencias. “Mañana recibiré el informe final y veré los pasos a seguir. Yo llegaré hasta el final”, advierte el árbitro despedido por Castrilli, la semana pasada.