Chile sufrió de sobremanera para vencer a Perú en el Estadio Nacional y clasificar a las Finales de Copa Davis. Un fin de semana de altos y bajos, que terminó con una explosión de emociones para el equipo nacional, capitaneado por Nicolás Massú. Ya es la tercera vez, en la era del medallista olímpico, que el país se instala entre las 16 mejores naciones del evento. Hito que se explica por diversos motivos.
Fueron los mismos protagonistas quienes explicaron aquello. Destacaron la unión, la entrega y la capacidad de dar vuelta los malos momentos. De la resurrección de Jarry a la remontada de Tabilo y al apoyo de Christian Garin, quien pese a no disputar ningún punto, estuvo con el equipo en todo momento.
Una familia
Por cuarta vez en la era Massú una serie de Copa Davis se definió en el quinto punto. La primera vez de local. Contexto suficiente para que las emociones salieran a tope entre el equipo chileno, al punto de que el capitán entregó uno de sus discursos más emotivos sobre una cancha de tenis. Fue ahí precisamente que fue contando de las claves para la hazaña.
“Felicitar a todos el equipo técnico de la Copa Davis y, sobre todo, a los jugadores. Independientemente del resultado final, esto es un equipo. Si hoy no hubiésemos ganado, esto es una familia. Desde hace 10 años y más, y vamos a seguir mucho más juntos”, comenzó diciendo el doble medallista olímpico, quien en su década al mando de Chile sigue invicto en series de local.
Un personaje icónico del tenis chileno, que de todas maneras no se toma crédito de lo conseguido. “Ellos (los jugadores) son los responsables, yo trato de hacer mi trabajo y no es mucho final”, confesó antes de explicar otro factor en el histórico paso. “Nosotros siempre peleamos. Peleamos desde la primera pelota hasta la última, si estamos ganando, si estamos perdiendo. Siempre luchamos, porque sabemos que si tenemos esa mentalidad podemos llegar adelante”, agregó.
La resurrección de Jarry
Nicolás Jarry vivió momentos muy duros sobre el cemento del renovado court central, pero terminó siendo su victoria en el singles del domingo una clave para el sueño de clasificar a las Finales de Copa Davis. Tuvo que salir a la cancha con el marcador 1-2 y la mochila pesada de haber perdido ante el 438 del mundo solo 24 horas antes.
“Ayer fue muy duro y en la noche la pasé muy mal. Esta mañana (ayer) sabiendo que el partido era de noche fui tratando de no sobre pensar las cosas pero hasta el último minuto estaba con dudas. Una vez que empiezo a prepararme para el partido fui haciendo todo lo posible para hacer un buen partido”, confesó el chileno tras su victoria dominical. Un escenario totalmente opuesto a lo que se espera en la previa a un duelo de tal importancia.
Y pese a todo, el tenis apareció. Fue un tanque de oxígeno para el equipo chileno, quien hasta ese momento estaba viviendo una jornada muy complicada. 6-2 y 6-4 el marcador ante el peruano Juan Pablo Varillas que sirvió para dejar la serie empatada. Frenó el ímpetu peruano y encontró el premio. Sin él, todo hubiese terminado muy temprano para Chile.
Remontada con garra al cierre
La serie se extendió al límite en Santiago. El empate a dos en el global provocó que fuese Alejandro Tabilo el encargado de definir la suerte de Chile y no defraudó. Eso sí, tuvo que luchar para encontrar el camino, ya que las cosas arrancaron muy difícil para el nacional. 1-5 en 17 minutos trajeron el pánico.
Y fue tras esa tormenta que el cielo se aclaró para el flamante campeón del ATP 250 de Auckland. La remontada fue explicada por él mismo en conferencia de prensa. “Desde el principio del segundo set sentí que empecé a sacar mucho mejor, mucho más tranquilo. Empezamos a encontrar la cancha, la devolución, que era algo que me estaba costando al principio. Le empezamos a pegar un poquito más, con más margen. Con el Nico (Massú) entendimos que eso era lo que teníamos que hacer y sacamos el partido adelante”, lanzó el 54 del mundo.
El cambio de juego fue evidente y Tabilo dio un paso al frente. Momento clave para su carrera, pensando en que llegó a esta serie como la gran apuesta de Nicolás Massú. Su gran momento personal obligó al capitán a mover su tablero tradicional y dejar afuera de los partidos a Christian Garin.
Decisión que estuvo lejos de causar fricciones en el equipo. Garin fue un constante soporte de sus compañeros, mostrando total apoyo al trabajo de todo el equipo. De hecho, Tabilo confesó que tras caer derrotado en el dobles fue el mismo jugador quien le recomendó que de igual manera disputara el singles final.