El chiste lo contaron en la tribuna del Lucio Fariña el sábado, en el entretiempo del partido que estaban perpetrando San Luis y Universidad de Chile: "Con lo mal que ha jugado Isaac Díaz, capaz que Reinaldo Rueda lo cite a la selección el lunes". El gracioso fue el relator Juan Ramón Cid. Hay que respetar los derechos de autor.
Seguro que esta talla, y otras al respecto de la Selección, las escuchó Rueda a través de las redes sociales (las consume según se entiende). Puede molestar, pero es oportuna y precisa: es muy difícil saber exactamente cuáles son los parámetros que maneja el entrenador colombiano a la hora de hacer las nóminas. Hasta el 18 de octubre, por ejemplo, a nadie se le hubiera pasado por la cabeza que Andrés Vilches y Marcos Bolados podrían ser citados por Rueda. Colgados en Universidad Católica, ambos con suerte iban a la banca, a veces ni siquiera a la tribuna. Por una emergencia debido a los suspendidos y lesionados, Beñat San José los puso de titulares contra la U de Concepción. La Católica ganó con gol de Vilches y no salieron nunca más del equipo cruzado. Bolados ha tenido altibajos, hizo un buen primer tiempo en el clásico universitario y poquito más; Vilches, aparte del gol contra el Campanil, dos o tres jugaditas por partido. Eso sería. Suficiente para darles una oportunidad en Pinto Durán.
Lo mismo Yerko Urra. De urgencia agarró el arco de Huachipato tras la precipitada salida de Lampe a Boca Juniors. Grandote, buen pie, aplomado, el cabro parece que tiene todas las condiciones. Pero, también, no llega a cinco partidos en Primera División. Pero Rueda quiere verlo con los otros. Citó a cuatro arqueros para dos partidos ¿Necesita ver tanto si Arias es un fijo, Bravo va a volver en algún momento, Herrera está vigente y Cortés respondió cuando lo llamaron? Se juega con uno no más.
Lo de Esteban Paredes se despejó en la fogosa conferencia de prensa de ayer. Es una "distinción". Listo, que juegue su último partido en la Roja y ojalá haga un gol.
Estuvo enojado Rueda y utilizó toda una artillería tecnológica para explicitarlo. Hasta se colgó de un video de Bielsa sacado de YouTube para explicar su posición ante los medios. No se entiende, se le paga a él, es el técnico él, se esperan sus argumentos. Si piensa lo mismo que Bielsa, que lo diga con sus palabras. Fue un recurso de escolar porro.
En lo esencial, Rueda tiene razón, que después de una década había que hacer cambios y renovar al equipo. Que, con varias figuras entrando en el ocaso, se debía aprovechar este año y experimentar. Además, y esto también le da espaldas a Rueda, el fútbol chileno se ha estancado, llevamos más de diez años sin producir un solo jugador para competir a gran nivel en Europa (Barcelona, Juventus, Manchester City, no el Eibar o el Hellas Verona). Pero aún con estos poderosos antecedentes, no se entienden muchos nombres que han tenido una oportunidad y han sabido desperdiciarla con suma eficiencia. Salvo el triunfo contra México, que vive su propio Vía Crucis, esta Selección deja poco para rescatar este 2018. Unos cuantos nombres que respondieron, un par de resultados y decenas de convocados.
Suponemos que el 2019, con la Copa América a la vista y la Eliminatoria a dos cuadras más allá, Rueda afinará más las convocatorias y tengamos una base clara. Por el momento, por buenas o malas razones, los disparos son a la bandada.