Lo que todo el planeta fútbol se pregunta hoy es cómo Universidad de Chile llegó a tocar las puertas del infierno. Y las explicaciones abundan, pero muy pocas provienen del corazón del Centro Deportivo Azul.
Por eso se agradece la sinceridad de Joaquín larrivey, quién le puso el pecho a las balas y sentencia que “los números dicen que somos el peor equipo en las últimas fechas, pero en otras fuimos muy buenos y hasta peleamos el Torneo. Por ende, no fuimos tan regulares cómo nos hubiese gustado y ahora debemos tomar esa responsabilidad y trabajar para que volver a ser ese equipo que alguna vez fuimos”.
Luego el artillero argentino intenta que la gente entienda por qué están a tres puntos del partido de la promoción y argumenta que “no creo que haya pasado algo puntual, porque hubiera sido fácil de corregir y de dar vuelta. Pasaron muchas cosas a lo largo del año y quizás no eramos tan buenos como creíamos y eso nos hizo caer en el pozo en el que estamos”.
Por lo mismo, Larrivey llama a que aún no se sacaran cuentas y se trabajara para que “se eleven los rendimientos individuales y así crezca el equipo”. Es más, hasta entrega su receta: “Si uno no está al 100% no sólo se perjudica a uno, sino también al grupo. Por lo que confío en que cada uno, en estas circunstancias, se está cuidando para llegar en esas condiciones al entrenamiento y al partido”, decía.
Sin saber aún si seguirá o no en la institución laica, Larrivey se la juega por su compañero Pablo Aránguiz y detalla que el volante sigue entrenando con normalidad, por más que se diga que no jugará más en el resto de la temporada. “Pablo practica a al par de todos los compañeros, porque los necesitamos de todos. Cada uno debe aportar su granito de arena y si bien, Pablo ha pasado por una situación difícil, por lo que solidarizo con él y su familia, tiene muchas ganas de aportar y de dar todo para salir de la situación que estamos viviendo”.
Por último, Larrivey enfatiza que “la esperanza que tengo es que trabajo día a día para cortar esta racha. Hoy estamos a cuatro puntos de la zona de de copas internacionales y claro que hay que preocuparse de los equipos que están abajo, pero debemos tener la ilusión de terminar lo más arriba posible”.
Para ello, le deben ganar a una encumbrada Universidad Católica en el clásico del domingo (12:00 horas). “Tenemos una nueva oportunidad de torcer el rumbo y de levantar de una vez. Y lo vamos a enfrentar para tener un fin de año pensando en la parte de arriba que la de abajo”, concluye el hombre gol de los felinos.