El sueño de Roger Federer de rendir homenaje a uno de los mayores referentes de la historia del tenis y, de paso, crear un torneo distinto, que rompiera el molde de lo habitual en el circuito, lo llevó a idear la Laver Cup. Se trata de un frente a frente entre Europa y el Resto del Mundo, quienes en tres días oponen a sus mejores exponentes. Ese certamen será, ahora, el último que disputará el suizo.
El proyecto, que generó ilusión en un comienzo, ha carecido de emoción en sus últimas versiones, por el desnivel de los equipos. La versión de 2022 mantendrá esa distancia, pero, de por sí, se transforma en la edición más emblemática: la decisión de Federer de despedirse del profesionalismo en su evento, lo posiciona como un evento imperdible de la temporada.
Por eso el suizo planeó de sobremanera esta edición. De partida, la competencia, que comenzará el 23 de septiembre, se llevará a cabo en el O2 de Londres, el mismo recinto en que ganó el Torneo de Maestros en 2010 y 2011. Vale decir, donde ya escribió una historia feliz. Aunque lo más llamativo es el equipo que lo acompañará. Para su despedida, el helvético decidió reunir a sus más grandes rivales. El Big Four estará presente por primera vez en la competencia que comenzó en 2017. Junto a “Su Majestad” estarán Novak Djokovic, Rafael Nadal y Andy Murray. Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas completan un plantel de ensueño. Todas estas estrellas se dividirán en tres partidos de singles y uno de dobles por día.
No pocos sueñan con una última jornada en la que Federer se una a Nadal para disputar el último duelo del torneo y decir adiós al tenis junto a su máximo rival y gran amigo. Se trataría de una imagen que marcaría un momento de extrema emoción en la historia del deporte blanco.
Enfrente habrá seis jugadores que intentarán aguar la fiesta del suizo. Se trata de los representantes del Resto del Mundo, quienes este año buscan ganar por primera vez el evento. Taylor Fritz, Diego Schwartzman, Alex De Miñaur, Jack Sock, Frances Tiafoe y Félix Auger-Aliassime conforman la alineación.
En pocas palabras, será una fiesta asegurada en la que Federer, otra vez, será el gran anfitrión. Creó, promovió y jugó el torneo cada vez que pudo, demostrando que buscaba dejar un legado tangible, incluso antes de despedirse del tenis. No parece ilógico que después de esta edición, tome el relevo del sueco Björn Borg y sea el próximo capitán del equipo europeo, continuando la implementación de un evento que pese a ser reconocido por el ATP necesita cambios si quiere mantenerse en el tiempo. Roger es el único que puede lograrlo.