Ander Herrera llega a Argentina y desata la locura. El español se transforma en el flamante refuerzo de Boca Juniors, donde será compañero de Carlos Palacios (y todo indica que también de Williams Alarcón), y engrosa la lista de figuras que han elegido a los xeneizes para completar sus carreras. Hay uno que aún brilla: Edinson Cavani. Y hubo otros que también se dieron el gusto, como el italiano Daniele de Rossi. Chile también cuenta con un ejemplo, aunque menos afortunado, al menos en su segundo ciclo en el club: Gary Medel. El Pitbull volvió a Universidad Católica después de una magra temporada en el equipo de Fernando Gago.
El vasco luce un currículo de lujo. Militó en el Zaragoza, el Athletic de Bilbao, el Manchester United y el PSG. Con 35 años, llega a Sudamérica a cumplir un antiguo anhelo. “Con una historia única y con una pasión desde hace muchos años, mi padre trabajó aquí mucho tiempo, me habló mucho de Boca y mantengo esa pasión desde niño. La he podido vivir como hincha y como jugador me han dicho que es algo único, que se te pone la piel de gallina, e intentaré disfrutar”, se le escuchó decir, en medio de un enjambre de micrófonos.
Ander Herrera, el pupilo de Bielsa que revoluciona al Boca Juniors de Carlos Palacios
El paso del volante por el Athletic de Bilbao estuvo marcado por la coincidencia con Marcelo Bielsa. El mediocampista no duda al momento de reconocer al exseleccionador chileno como una influencia gravitante. “Yo lo disfruté mucho, porque para mí es un fenómeno: lo que le ha dado al fútbol Marcelo, ese fútbol total, atacar todo el tiempo, nunca sacar ventaja del árbitro”, resumió en 2023, cuando el Loco asumió la conducción de la selección uruguaya, en declaraciones a ESPN.
De ese tiempo, Herrera guarda lo que hoy valora como una lección fundamental. “Yo venía de Zaragoza, de una época mía, no de malas artes, pero de intentar sacar ventajas de las cosas... Y me encontré a Marcelo”, introduce, antes de entrar derechamente en el relato de una situación específica, que terminó transformándose en una lección de vida. “Recuerdo un día, en Pamplona, íbamos empatando y le tiraron un mechero a Ireola y le abrieron la ceja. Y en el vestuario le dije ‘cómo no te tiras al suelo, te han abierto la cabeza, tírate al suelo y ganamos el partido”, evoca. Lo que tampoco olvida es lo que vino inmediatamente después. “Me mató Marcelo. ‘Los partidos no se ganan así, se ganan en el campo’, me dijo. Me callé y dije ‘un aprendizaje más, a guardar’”, rememoró en esa oportunidad.
Fútbol total
No fue la única descripción que realizó el rosarino. “Como entrenador es súper ofensivo, siempre al ataque. Daba igual el resultado. Si ibas ganando 1-0, había que hacer el segundo. No había que protestar al árbitro y tirarse cuando realmente no te han hecho daño. Fútbol total por decirlo de alguna forma”, describió en otra ocasión
“No le importaba tanto que el equipo no ganara, sino que no propusiera y no tenga oportunidades de gol. Es un entrenador que le hace muy bien al fútbol. Creo que en Uruguay lo va a hacer muy bien”, aseguró el excompañero de Messi en PSG sobre el actual DT de la selección uruguaya.
También aludió a anécdotas que reflejan el impacto y la especial personalidad del estratega. “No sabían cómo reaccionar de encontrarse a Marcelo ahí”, reveló el volante español respecto del momento en que llegó al club vasco.
“Es un tipo peculiar. Me acuerdo que un día salió a un entrenamiento con un jerséis (chaleco de lana) horroroso. Los ayudantes iban con la ropa del club y él con un chaleco cocido a mano. Como un poncho sin mangas”, recordó. No era casual: se trataba de una monja que le había cocido el chaleco y el técnico rosarino decidió dirigir el entrenamiento con la manualidad puesta como muestra de su agradecimiento.