La ley Almirón y un guiño a Tiago Nunes: el cambio en las bases que la ANFP prepara para acabar con la guerra por escritorio
El término del Campeonato Nacional estuvo marcado por la disputa jurídica entre albos y azules por el presunto desacato del técnico albo, que ambas salas del Tribunal de Disciplina terminaron descartando.
La temporada 2024 culminó con Colo Colo levantando el Huemul de Plata en Copiapó, aunque el certamen se siguió jugando. Técnicamente, de hecho, la disputa puede continuar. Después de que ambas salas del Tribunal de Disciplina rechazaran la denuncia que interpuso Universidad de Chile por el eventual desacato de Jorge Almirón en el partido entre el Cacique y Huachipato, a los azules les queda una última carta para amagar el título del Cacique: continuar la controversia en el TAS. Sin embargo, el juicio y la decisión del máximo tribunal deportivo tardarán largo rato. Los especialistas estiman que se puede prolongar por un año y más.
La ANFP proyecta el calendario 2025. En ese contexto, el directorio que encabeza Pablo Milad le planteará al Consejo de Presidentes las bases del próximo torneo. La cita está programada para este miércoles. En Quilín, la intención es acotar lo más posible la opción de que surjan controversias que se crucen con las disputas deportivas. En ese sentido, la mesa que conduce al fútbol chileno propondrá una modificación clave a los timoneles. El Deportivo accedió al documento que la contiene.
La ley Almirón
El lío que involucró a Almirón y, consecuentemente, a albos y laicos, inspira la modificación más sustancial que considera el documento que el ente rector del fútbol profesional chileno pondrá en manos de los mandamases de los clubes locales. Perfectamente, el artículo podría llevar el nombre del técnico de Colo Colo, aunque la historia reciente registra otros casos en que la ambigüedad de la norma impidió concretar el espíritu del castigo que habían recibido los respectivos estrategas: evitar la comunicación con sus respectivos colaboradores y, por ende, la impartición de instrucciones a sus dirigidos, de los que no podían estar cerca, en las inmediaciones del campo de juego.
En esa línea, la nueva redacción del artículo 25º del conjunto normativo que rige el máximo torneo a nivel local, pretende cerrar todos los flancos que abre esa realidad. Bajo el título Sanción por hacer participar de un partido a un jugador o integrante del cuerpo técnico suspendido, se establecen con claridad las sanciones que recibirá el equipo infractor. “El club que hiciere participar de un partido a un jugador o Director Técnico o Director Técnico Ayudante, que por cualquier causa se encuentre suspendido por resolución del Tribunal Autónomo de Disciplina, será sancionado con la pérdida de los puntos en disputa, entendiéndose el partido como ganado por su rival, por un marcador de 3x0, salvo que dicho equipo rival hubiere obtenido el triunfo en el tiempo disputado por una diferencia mayor, caso en el cual el resultado obtenido se mantendrá”, sostiene, a modo general. Hasta ahí, no hay variaciones.
“Se entenderá que un Director Técnico sancionado por el Tribunal de Disciplina participa de un partido, cuando de cualquier forma o por cualquier medio imparta instrucciones a la banca de suplentes”, sostiene la siguiente consideración.
Lo llamativo es lo que sigue. “En el evento que el Director Técnico titular de un determinado club estuviese suspendido por sanción impuesta por el Tribunal de Disciplina, tal técnico tendrá prohibido el ingreso al estadio en el que juegue su equipo”, se especifica. En la actualidad, los entrenadores pueden ingresar a los recintos deportivos, aunque no acceder a las denominadas zonas de exclusión. Se entiende por ellas los vestuarios y, por supuesto, las bancas y el campo de juego. Tampoco pueden llegar en el mismo bus que traslada a sus dirigidos al respectivo evento.
Con la nueva norma, los entrenadores castigados ya no podrán ocupar espacios como las tribunas o las casetas, a los que habitualmente son derivados, principalmente por razones de seguridad. En este sentido vale recordar que la comunicación por vía electrónica también está penalizada, aunque el enredo que involucró a albos, azules y hasta a Huachipato, como el organizador del choque en que Almirón pudo haber cometido la falta, es la más difícil de probar.
Mano dura y otro cambio clave
En la misma norma queda de manifiesto el interés de la ANFP por no dejar espacios abiertos a la interpretación, como pudo haber sucedido en el caso de Almirón. “La infracción a lo contemplado en los párrafos precedentes constituirá desacato y será sancionado con la imposición del doble de la sanción impuesta, si existiese cumplimiento parcial al momento del desacato”, consigna. Eso sí, introduce otra modificación fundamental. “Se establece que las sanciones por desacato son apelables, de conformidad al Título Quinto del Código de Procedimiento y Penalidades.
También se incorpora otro cambio crucial: la advertencia de la sanción más drástica que existe en el balompié nacional ante el escenario de que la falta se produzca en más de una oportunidad. “La reiteración de la conducta sancionada en el inciso primero por parte de un club, dentro de una misma temporada, será causal para que el Directorio proponga su desafiliación al Consejo de Presidentes, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 12º inciso final de los Estatutos”, especifica.
Un guiño a Tiago Nunes
El artículo 33º propone otro cambio interesante: el aumento en la cantidad de suplentes. La iniciativa había sido planteada por el técnico de Universidad Católica, Tiago Nunes. “En la banca de jugadores sustitutos podrán ubicarse como máximo 17 personas”, introduce. Y agrega: “a) Un máximo de 9 jugadores sustitutos”. En la actualidad, los suplentes son siete. ““Lo ideal sería convocar más jugadores en un partido, como es en la Libertadores. Ahí se llevan 23 jugadores. Imagínense tuviera la oportunidad de llevar cinco jugadores más. Quizás ellos ya estarían ganando experiencia, viendo un camarín durante un partido”, había declarado Tiago Nunes, el técnico de la UC.
La postura encontró respaldo en Jorge Almirón. “Perjudica tener siete jugadores en la banca. Eso le da pocas posibilidades a los jóvenes. Por un lado, está la obligación de sumar minutos y por el otro, se les resta opciones para entrar”, argumentó el técnico albo.
Las competencias internacionales de mayor relevancia, como la Copa Libertadores y los mundiales, permiten hasta 12.
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