“La ley es mala, no ayuda al fútbol femenino”: los clubes se dividen frente a la nueva obligación contractual del balompié chileno
La inminente promulgación de la norma que obligará a los equipos a pagarles sueldos a sus jugadoras producirá desajustes presupuestarios que varían según el porcentaje de los recursos que se destinan a financiar la rama. Los dirigentes se resignan, aunque piden una revisión.
La profesionalización del fútbol femenino está, ahora sí, a la vuelta de la esquina. La aprobación de la ley que obliga a las sociedades anónimas deportivas a suscribir contratos de trabajo con sus jugadores la pone a la mano. Las instituciones tendrán 60 días desde la publicación en el Diario Oficial para realizar la regularización. Al cabo del primer año, la mitad del plantel deberá estar contratado. Al finalizar el tercero, todas las jugadoras deberán estar regidas por el pacto laboral, que establece, además del salario, beneficios previsionales. El cambio supone el incremento en los gastos de las sociedades anónimas deportivas, la figura a la que rige el proyecto, a la espera de la aclaración respecto de si alcanzará también a las corporaciones.
Los clubes ya se preparan para enfrentar el nuevo escenario. Algunos, como Colo Colo, Universidad de Chile o Santiago Morning, ya tienen un camino recorrido. Los albos, por ejemplo, relucen que gran parte de su plantel ya está regido por el régimen laboral que ahora pasará a ser obligatorio. “Colo Colo lleva tiempo impulsando la rama de fútbol femenino. Hoy el 75 por de nuestras jugadoras cuenta con un contrato de trabajo y el resto de ellas -todas juveniles- reciben de igual forma una ayuda económica, cumpliendo incluso con la segunda etapa que contempla este proyecto de Ley. En la institución intentamos entregar día a día mejores condiciones para que nuestras jugadoras tengan un desarrollo profesional íntegro”, responde a El Deportivo Edison Marchant, vicepresidente del club de Macul. “Desde el punto de vista económico, tener un proyecto anterior a la ley y ya en etapa de consolidación, nos ha permitido adelantarnos y solventar la inversión a través de recursos generados desde la propia actividad. Al ver este trabajo, los sponsor se han acercado para invertir en el proyecto, al igual que los hinchas, que nos acompañan semana a semana en nuestro estadio, lo que permite contemplar financiamiento también desde el borderó”, sostiene.
La delantera alba Javiera Grez da fe de esa realidad. “Estamos felices de poder tener las condiciones que tenemos acá en Colo Colo. Somos agradecidas del trato que se nos da en la institución y estamos felices de tener a casi todo el plantel con contrato, lo que nos permite vivir de esto y, mejor aún, que Colo Colo se haya adelantado a la ley. Eso quiere decir que vamos un pasito más adelantadas que el resto”, resalta.
En el Chago, en tanto, destacan que hace rato tienen rodando la estructura y que un 30 por ciento del presupuesto institucional, que se financia con los ingresos que produce el fútbol masculino, principalmente a través de los derechos de televisión, se destina directamente al balompié de mujeres. Los azules, que obtuvieron el último título nacional, también avanzan en el mismo sentido.
En Universidad de Chile, en tanto, valoran el paso que está dando el fútbol femenino. Los laicos tienen 14 jugadoras con contrato vigente, más el cuerpo técnico. Esto se traduce, aproximadamente, en un 61% de la plantilla del primer equipo.
“Me parece que es un primer paso necesario, pensando en ir profesionalizado el fútbol femenino en nuestro país. Para la U es una buena noticia, porque este proyecto, además, va en la dirección de nuestro propio plan de crecimiento del fútbol femenino, con plazos similares a los que se plantean en la ley. Por lo mismo, nosotros seguiremos por nuestro camino, que es generar una rama profesional y sustentable, a través de mejoras progresivas en el tiempo, lo cual ha sido respaldado por resultados deportivos muy buenos y la mejora de infraestructura, como el nuevo camarín que entregamos al primer equipo femenino hace muy poco. Por primera vez organizamos un partido con venta de entradas, que resultó exitoso. Por otra parte, hemos gestionado becas de estudios para nuestras jugadoras. También ha crecido el cuerpo técnico de las tres series de la rama femenina... y así vamos mejorando cada vez más, de manera responsable, gradual y con el total convencimiento del Club”, dice Manuel Mayo, subgerente del fútbol femenino y formativo.
Para los estudiantiles, hoy Las Leonas representan uno de sus grandes orgullos. “La rama depende de la Gerencia Deportiva y se le asigna un presupuesto anual, que se financia principalmente con los ingresos generales del Club y de forma parcial con auspicios específicos, que hoy no permiten financiar la rama completa”, cierra Mayo.
El resto evalúa
El resto de las instituciones, en general, se declara en evaluación. “No he visto nada. El viernes me voy a preocupar. Yo creo que la ley es mala, que no ayuda al fútbol femenino. Existen alternativas distintas para financiarlo. Es cierto que he sido crítico, pero desde el punto de vista de que no estamos ayudando y, sobre todo, del comportamiento de Pablo Milad”, apunta Pablo Hoffmann, quien encabeza a O’Higgins y ha sido señalado como uno de los opositores a la idea, situación que aclara. “No estoy en contra, quiero que se haga bien. Obviamente, el presupuesto se verá afectado, pero eso es algo que aún estamos estudiando”, amplía el mandamás rancagüino.
“Es un tema que tenemos que comenzar a ver, a revisar en profundidad. Los presupuestos de 2022 están tirados. La torta es una sola y habrá que repartirla. Por eso es complicado hacerlo sobre la marcha. Sé que se aprobó la ley ayer. Entre clubes no lo hemos hablado, pero para nosotros es más complejo, porque tenemos que viajar más que el resto. Viajar de Iquique a Puerto Montt no sale barato. Y hay que darles condiciones para que viajen. Hay alimentación, condiciones que tenemos que dar. No es un tema fácil. No estamos en contra del tema, pero no es fácil”, explica Cesare Rossi, presidente de Deportes Iquique.
En el sur, la respuesta es parecida. “Nosotros íbamos en camino a tener a todas las jugadoras con contrato. A fin de año deberíamos estar listos con eso. Es un tema que habíamos levantado. La ley va a impactar en los presupuestos, porque hasta el momento es amateur. Es indudable que 20 contratos impactan, por muy chicos que sean, más todo lo que implica seguir con la operación”, reconoce Ángelo Castiglione, timonel de Fernández Vial.
El dirigente penquista se abre a la posibilidad de generar nuevos negocios, ahora exclusivos para financiar esta arista. “Ya tenemos auspiciadores específicos del fútbol femenino y estamos desarrollando eso con el área comercial”, revela.
En tierra de nadie
Hay otros clubes que esperan una mayor especificidad de la norma. Curicó Unido es una de ellas. El club maulino es uno de los pocos que mantiene la figura de corporación de derecho privado sin fines de lucro. En ese escenario, se debate entre la posibilidad de no estar regido por las disposiciones y la obligación moral que lo llevaría a cumplirlas, en función del compromiso social que implica la forma en que está constituido el club. “Somos una corporación y tenemos algo que decir al respecto. Como sociedad, es un avance. Las chicas han peleado mucho tiempo por esto. Es justo que tengan un contrato. Lo que falta, más que obligar a los clubes, es profesionalizar el fútbol femenino. Hay que cumplir con la ley, sí o sí, pero no sabemos hasta qué punto nos alcanza. No sé si estaremos afectos a la ley. Nuestros abogados nos lo dirán. De que hay que profesionalizar, no hay dudas”, resalta su presidente, Patricio Romero.
Sin embargo, el directivo deja de lado el entusiasmo para admitir un eventual perjuicio. “Esto va a traer un problema. Los números van a variar según los clubes. Hoy, a priori, 20 millones afectarían demasiado a una corporación como la nuestra, que funciona al tope. Nosotros no tenemos inyección de recursos por parte de accionistas. Entonces, hay que trabajar bien con la autoridad. Y, además transformar el fútbol femenino en un producto interesante para los sponsors, para poder venderlo a las grandes marcas. Hoy tendríamos que hacer una gestión para financiar estos contratos. Hoy no hay interés por invertir en el fútbol femenino. En nuestro caso, estamos estableciendo nexos con empresas que son gestionadas por mujeres que quieren aportarle a la rama en Curicó Unido, pero, por el momento, da como para considerarlo una ayuda. Hay que dar el otro paso”, concluye.
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