El Real Madrid se impuso 3-1 al Atlético Madrid el pasado fin de semana en el Wanda Metropolitano. El marcador lo cerró el galés Gareth Bale, gol que celebró de una polémica forma: con un popularmente conocido "corte de manga".
La Liga de Fútbol Profesional (LFP) denunció al futbolista ante el Comité de Competición de la Federación por su festejo. Si la celebración del ariete es considerada finalmente como un gesto de provocación hacia el público, podría recibir una sanción que va desde uno hasta 12 partidos.
El organismo advierte que los gestos hechos por Bale están entre las situaciones prohibidas y sancionadas por el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), castigando "las conductas que atentan contra la dignidad y decoro deportivos; de modo concreto, las provocaciones al público".
El extremo arriesga una dura sanción, aunque si no se certifica la animosidad en el festejo, esta sería de entre uno y tres duelos o por tiempo de hasta un mes. De concretarse el castigo, el galés podría quedar al margen del encuentro que tendrán los merengues el próximo 2 de marzo ante el Barcelona, por la jornada 26 de la Liga, en el Estadio Santiago Bernabéu.