Confusión, malos cambios y suplencia de Osorio ante la UC: la lista de equivocaciones que terminaron sepultando el proceso de Diego López en la U

En Universidad de Chile dieron por cerrado el ciclo de Diego López. Ayer, el directorio de Azul Azul, comandado por su presidente Michael Clark, terminó de perder la paciencia con el ciclo que comanda el técnico uruguayo, tras la paupérrima presentación del equipo estudiantil frente a Coquimbo Unido, en Valparaíso. Un empate sin goles, con cero remates a portería, fue motivo suficiente para que la concesionaria decidiera cesar al charrúa.

Lo cierto es que en Azul Azul venían hace varias semanas dándole vuelta a la idea. Incluso, en la previa al encuentro ante los Piratas, Diego López había sido informado que si no conseguía los tres puntos en la Quinta Región sería despedido. Un empate, más allá que les permitió sumar una unidad para agregar en la Tabla de Posiciones, de igual forma terminó de lapidarlo por el mal juego que exhibió el equipo. Sus números ya no lo resistían: Diego López se anotó como uno de los peores técnicos en la historia de la U, con un partido ganado de nueve disputados. Seis puntos, de 27 en disputa. Apenas un 22% de rendimiento. Datos suficientes para sacarlo del club.

En la interna del club asumen que López no logró encontrarle la mano al equipo laico. Desde la humillante caída ante Universidad Católica, el estratega perdió el apoyo irrestricto que existía hacia su gestión. Michael Clark, más allá de respaldarlo de formada privada y pública, asumía que cada partido sería una prueba para López. “Esto es fútbol, Diego es el primero que sabe como funciona esto y se pierde habrá que analizarlo, habrá que verlo, pero confío mucho en los jugadores, en el compromiso y tengo la sensación que este día miércoles nos va a ir bien”, decía días antes el timonel, en una entrevista con Cooperativa.

Ante la UC, en el Estadio Nacional, López nunca supo explicar la suplencia de Darío Osorio, el mejor futbolista que hoy tienen los azules. “Son elecciones que hacemos los entrenadores. Vi mejor en la semana al equipo que entró hoy. La idea, también, era que Darío cambiara el partido cuando ingresara, como lo ha hecho tantas veces. A veces sale bien y otras sale mal”, se justificó. El complemento de su respuesta quedó dando vueltas: “¿Cómo salimos contra Colo Colo? Perdimos. Y Darío Osorio estuvo del inicio. No es que no haya jugado porque no le tenga confianza, elegí viendo lo que practicamos en la semana” En la dirigencia tampoco compartieron su decisión y explicación, más allá que siempre transmitieron que el estratega es el encargado de comandar al equipo.

Al DT se le vio nublado. En sus decisiones en el campo de juego y también en las conferencias de prensa. Ante Coquimbo, incluso, decidió golpear el tablero y modificar el tradicional 4-2-3-1 que venía implementando desde su arribo. Se la jugó por una línea de tres defensores, con la idea de privilegiar la zona ofensiva con cinco hombres en el mediocampo, y con Lucas Assadi y Darío Osorio moviéndose con mayores libertad. El plan, sin embargo, estuvo lejos de resultar. “Cumplió su primer objetivo de que no le metieran goles, pero no pateó nunca al arco. El plan fracasó”, dice un director de la institución.

En la concesionaria se tomaban los rostros desde la gradería del estadio Elías Figueroa. No entendían lo que estaba sucediendo, más cuando el estratega tuvo más de 10 días para planificar el encuentro tras la humillante caída ante la UC. A eso, se le sumaban que varios directores nunca estuvieron convencidos del proceso que comandaba. Solo registraba tres unidades, en su primer duelo ante Unión La Calera, en el Santa Laura. Fue un triunfo sufrido, con un gol en el último minuto. En la Copa Chile, en tanto, apenas logró superar a Cobresal, con una genialidad de Darío Osorio.

El mal juego, los malos cambios que nunca solucionaron los planteamientos de los rivales y los malos resultados, que hoy tienen a la U más cerca del descenso, terminó por lapidar su continuidad. La decisión fue unánime del directorio. Se dejaron de lado, incluso, las diferencias que existen en la mesa. Michael Clark, Cecilia Pérez y José Joaquín Laso, Juan Pablo Pavez, estos dos últimos de la oposición al presidente, coincidieron en que la mejor decisión era sacar al uruguayo. También estaba presente Manuel Mayo, el gerente deportivo.

En conferencia de prensa, tras la igualdad ante Coquimbo Unido, el estratega no aseguró su continuidad. “Hay cosas que deben responder los dirigentes o los jugadores. Hay que preguntárselo a ellos”, fue lo que respondió el adiestrador cuando le preguntaron por su permanencia. Sin embargo, López dejó claro que no iba a renunciar. “Tengo la fuerza para revertir esta situación y me siento bien para seguir. El trabajo es de día a día y esto no pasa por no sudar la camiseta, por ahí tenemos que correr mejor. Pero tenemos la confianza para revertir esta situación, que es muy difícil para todos nosotros”.

Ahora, en la U se enfocan a preparar el duelo ante Palestino, que se jugará el próximo jueves. Sebastián Miranda, el ayudante de Diego López, y quien estuvo de manera interina en la banca tras el despido de Santiago Escobar, asoma como el favorito. El ex futbolista es el elegido por Manuel Mayo, el gerente deportivo. Los nombres de Ronald Fuentes y Pablo Vitamina Sánchez han sido conversados entre los directores, más allá que ambos aseguran no haber sido llamados por la institución.