Esteban Paredes esquiva el quirófano. El goleador de Colo Colo optará por no operarse para reparar la fractura en el sesamoideo del pie izquierdo, que sufrió en el partido frente a Audax Italiano. El paso por el pabellón era una posibilidad concreta para el ariete y el cuerpo médico del Cacique.
Sin embargo, en las últimas horas, el atacante de 40 años se decidió por un tratamiento alternativo, basado en la utilización de cámaras hiperbáricas y de células madre para acelerar la recuperación. No se va a operar, aseguran desde el círculo más próximo al artillero. El futbolista entiende que no tiene tiempo para una recuperación larga.
Varios factores explican la decisión. La primera está relacionada con la facilidad que el goleador histórico del fútbol chileno ha mostrado para recuperarse de anteriores dolencias. La otra tiene que ver con la efectividad de la terapia y el menor perjuicio que le generaría al futbolista, considerando los plazos de rehabilitación e incluso la funcionalidad de la extremidad afectada por el golpe.
“Es posible. La hiperbárica favorece la cicatrización. Y, en términos muy simples, las células madre funcionan como un tapón de sangre para generar un callo. Ese es el objetivo del tratamiento”, explica Juan Pablo Matamala, kinesiólogo con amplia experiencia en fútbol chileno. “El problema es que al apoyar el pie se provoque dolor”, advierte el profesional.
La opción quirúrgica es, en rigor, más segura para la consolidación del hueso dañado, pero puede derivar en inconvenientes que afecten el juego de Paredes. “Una cirugía reparativa implica un mayor tiempo de recuperación y puede ser condicionante, afectar la funcionalidad, algo complejo para un futbolista. Y sobre todo de la edad que ya tiene Paredes”, sostiene Matamala. La opción de mezclar el uso de cámaras hiperbáricas y células madre es, en ese contexto, menos invasiva. “Se elige esa porque la función de los tendones puede permanecer intacta si funciona”, insiste Matamala.