La mala elección de los refuerzos: el talón de Aquiles de la U y la UC

Una doble caída el fin de semana tiene a la U y a la UC en la cornisa. Por un lado, Santiago Escobar no encuentra el equipo y, esta vez, su escuadra cayó por 1 a 0 ante Coquimbo, uno de los que antes de empezar la fecha estaba colista del torneo.

En tanto, los de Cristian Paulucci perdieron por 2 a 0 en San Carlos de Apoquindo frente al otro equipo de la Cuarta Región que también estaba en el fondo de la tabla: Deportes La Serena.

Este mal inicio de torneo, graficado en esta fecha para ambas escuadras, ha decantado, otra vez, en el cuestionamiento de la planificación deportiva de los clubes universitarios y, asimismo, ponen en tela de juicio el correcto manejo de Cruzados y Azul Azul este 2022.

Por el contrario, en Macul miran desde lejos esta problemática. Colo Colo, con Gustavo Quinteros al frente, identificó claramente cuáles eran las principales falencias del equipo y se reforzó donde debía hacerlo.

Concretamente, las llegadas de Juan Martín Lucero y Esteban Pavez le arreglaron el naipe al estratega boliviano y, con dos nombres, Colo Colo avanzó en solidez en parcelas del campo que necesitaban nuevas figuras. En tanto, Cristián Zavala, como revulsivo joven, le permite al técnico albo contar variantes para su equipo.

Por el contrario, lejos de otorgar mejoría en sus planteles, a nivel de nombres las incorporaciones de Universidad de Chile y Universidad Católica quedaron al debe en el inicio de campeonato. Si en el primero los refuerzos juegan pero no dan el ancho, en la UC casi no ven minutos.

El caso más dramático es el de la U. Tras casi descender el campeonato pasado, Azul Azul debía golpear el timón. A nivel de técnico y plantel. Así, hubo un éxodo masivo en la nómina laica y, además, la concesionaria le confío el destino del equipo al colombiano Santiago Escobar.

Así, con la llegada de estratega llegaron variados nombres: Hernán Galíndez, Ignacio Tapia, José María Carrasco, Israel Poblete, Álvaro Brun, Felipe Seymour, Luis Felipe Gallegos, Jeisson Vargas, Ronnie Fernández y Cristian Palacios.

Diez nombres que venían a dar profundidad de plantel y renovar la sangre azul para pelear por mejores cosas que irse a la B. Sin embargo, el plan de Azul Azul comenzó a flaquear y, donde tuvo su mayor golpe, fue en el clásico ante Colo Colo. El equipo de Quinteros desnudó las falencias de la U y le hizo evidenciar toda la desestructuración en apenas 15 minutos.

Y no se puede decir que Escobar no ha probado lo que tiene. Carrasco, Tapia, Brun, Seymour, Fernández, por decir algunos de los nuevos nombres, se han llevado muchos minutos en el cuerpo y el técnico colombiano los ha puesto en diversos partidos durante este año.

No obstante, no han sabido acoplarse y, salvo Ronnie, Palacios y Galíndez, ninguno de los otros ha podido desempeñarse de buena forma en la U. El caso más icónico fue el del sábado, donde los azules se mostraron totalmente incompetentes en la derrota ante Coquimbo en el Sánchez Rumoroso. Si bien generaron peligro, no fueron capaces de superar al colista.

En el tetracampeón la situación es similar, aunque menos dramática. Básicamente porque las nuevas caras para esta temporada casi ni ven el césped. Si ya el caso de Fabián Orellana era emblemático porque Cristian Paulucci no lo consideraba, las nuevas incorporaciones de la UC están lejos de ser un verdadero aporte y relevo para un plantel desgastado después de competir en varios frentes por cuatro años consecutivos.

Y es que la UC debía, para este año, darle sangre nueva al equipo para hacerlo aún más competitivo de cara a la Copa Libertadores. Tras la partida de Valber Huerta y la baja de Luciano Aued, además de la eterna necesidad de encontrar mejores variantes por los costados, Paulucci necesitaba variantes que le permitieran al equipo renovarse.

Sin embargo, las nuevas llegadas que Cruzados buscó, lejos de estar en un nivel competitivo, llegaron a bajo costo. Nicolás Peranic, Nehuén Paz, Cristián Cuevas, Yamil Asad, Sebastián Galani y Lucas Melano no estaban precisamente en el momento más dulce de sus carreras cuando se sumaron.

Un arquero suplente, un central que venía de jugar poco en la B italiana y un lateral que terminaba contrato en Huachipato fueron las soluciones que la entidad de San Carlos de Apoquindo le ofreció al estratega argentino. En tanto, al medio, Galani y Asad no han dado el ancho y el técnico ha pasado de ellos en muchas ocasiones. Este último, además, ha protagonizado eventos extrafutbolísticos graves: chocó en estado de ebriedad.

Finalmente, arriba los cruzados nunca encontraron en Melano un agente de cambio relevante. De hecho, el nivel exhibido por el argentino en los 116 minutos que ha tenido, da a entender el porqué no juega. En Copa Libertadores ante Talleres, por ejemplo, fue una de las decepciones del equipo.

Situación compleja para ambos equipos universitarios, que marchan con el pie torcido en el campeonato y con sus técnicos muy cuestionados por sus hinchadas. Una planificación deportiva al debe por parte de la U y la UC que les está pasando la cuenta a ambas instituciones. El mercado de invierno será clave para ver qué futuro tienen en el torneo los dos equipos y si ambos técnicos mantienen sus puestos. La realidad actual es que se ve un panorama oscuro, tanto para Escobar como para Paulucci.