Uruguay debuta mañana frente a Egipto. Lo hace no sólo con la finalidad unidades que le permitan acercarse al objetivo de quedarse con el grupo A, que completan Rusia y Arabia Saudita. También, con la de romper una marca histórica, que ya suma 48 años: la imposibilidad de ganar en el debut mundialista. La última vez que lo logró fue en 1970, cuando venció a Israel por 2-0. Anotaron Ildo Maneiro y Juan Martín Mugica.
De ahí en más, sólo decepciones: En Alemania 1974, lo venció Holanda, por 2-0; en México 1986 igualó frente a Alemania; en Italia 1990 empató sin goles con España y en Japón Corea 2002 cayó ante Dinamarca. En Sudáfrica 2010 igualó sin goles con Francia y en Brasil 2014, se inclinó ante Costa Rica por 3-1, después de partir en ventaja con gol de Cavani, de penal.
Ahora, equipo de Óscar Tabárez llega al estreno ante la escuadra africana basado en el potencial ofensivo que le entregan Luis Súarez, delantero del Barcelona, y Edinson Cavani, una de las figuras del poderoso PSG, pero además con una base que mezcla jóvenes y avezados, que aspira a darles soporte a esas estrellas.
El entrenador confía en el sólido bloque posterior que integran Fernando Muslera en el arco y que en la defensa contempla a Guillermo Varela, Diego Godín, José María Giménez y Martín Cáceres. En el mediocampo, Nahitan Nández, Matías Vecino, Rodrigo Bentancur y Giorgian de Arrascaeta, serán los encargados de abastecer a la dupla compuesta por Suárez y Cavani.
Egipto, en tanto, pone su ilusión en los pies de su máxima estrella, Mohamed Salah. El delantero del Liverpool llega clínicamente recuperado, según explicó el técnico de los Faraones, Héctor Cúper. "Salah está bien y se está recuperando muy rápido", dijo el entrenador argentino, quien contará con su máxima estrella para el partido que se disputará en Ekaterimburgo.