Congregados en la céntrica Plaza de Seúl, frente al ayuntamiento de la capital surcoreana, miles de fanáticos de la escuadra roja siguieron a través de una pantalla gigante la transmisión del encuentro contra la selección de Alemania, que finalmente se saldó con la histórica eliminación del equipo dirigido por Joachim Löw en primera fase, algo inédito en la historia de los Mundiales.

En un despliegue digno de recital de K-pop, en los minutos previos al inicio del partido se exhibieron videos de grupos musicales surcoreanos, que fueron seguidos con fervor por una asistencia mayoritariamente juvenil. Los hinchas de "Los Tigres de Asia" siguieron el encuentro con verdaderos picnics en el pasto de la plaza. Alrededor del lugar se montaron varios locales de comida al paso, donde también se podía comprar la tradicional cerveza Cass a razón de tres dólares la lata.

Los que no llegaban con sus poleras rojas las podían adquirir en los puestos ambulantes instalados frente a la plaza, donde se ofrecían a 10 dólares dos versiones de camisetas para los hinchas de la escuadra surcoreana: una con el estampado "The shout of Reds, United Korea" y otra con la leyenda "Korea Legend, begin to 2010", impresa junto al escudo del tigre de la Asociación de Fútbol de Corea del Sur. Entre el merchandising también habían bandanas blancas con la bandera del país, bufandas y los populares cintillos con orejas de gato, cuyas luces de color rojo iluminaron la noche en el recinto ubicado frente a los hoteles Plaza y Presidente. Equipos de policías y bomberos resguardaron la seguridad del evento.

En el primer tiempo, los hinchas surcoreanos principalmente se dedicaron a aplaudir cada una de las salvadas de su equipo ante las escasas llegadas del equipo de Löw. Así, ambos equipos se fueron al descanso con un deslucido empate 0-0. Pero en el segundo período todo cambió. Pese a que los alemanes salieron con todo, los surcoreanos hicieron lo propio. Cuando ya se jugaban los descuentos, los tantos marcados por Kim Young-gwon y Son Heung-min desataron la locura en la Plaza de Seúl.

Si bien el resultado no evitó la eliminación de los "Guerreros de Taeguk", los dirigidos de Shin Tae-yong fueron responsables de escribir con su victoria la página más negra del balompié germano en más de un siglo de trayectoria. "Aunque un empate aún habría eliminado a Alemania de la Copa del Mundo, Corea del Sur se aseguró de que pagasen caro su mal juego", escribió la agencia de noticias surcoreana Yonhap, mientras miles de hinchas rojas aún celebraban el resultado en las calles de Seúl.

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Foto: Fernando Fuentes.[/caption]