All Boys había caído hace pocos minutos frente a Atlanta, por el ascenso argentino, pero lo peor sucedió minutos después en las inmediaciones del estadio de Floresta. Barrabravas del equipo anfitrión las emprendieron contra la policía. Los ataques se concentraron en los radiopatrullas que custodiaban el espectáculo y duraron varios minutos. Como consecuencia, hubo 16 policías heridos y apenas tres fanáticos detenidos.
El estadio Islas Malvinas fue clausurado y se realizaron allanamientos para determinar si en su interior la barra guardaba elementos prohibidos. Tampoco se descarta que la localía de All Boys sea castigada hasta por un año sin poder recibir público.
Las autoridades se concentran en el análisis de las cámaras de seguridad, en la búsqueda de nuevos responsables. A todos se les aplicará el derecho de admisión, sin perjuicio de otras sanciones penales.
"Tendremos tolerancia cero con los violentos", declaró el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, a Todo Noticias. "A todas estas personas que participaron del evento las vamos a poner en la lista de admisión en el fútbol. Vamos a pedir la clausura del estadio y All Boys va a jugar por mucho tiempo sin público. Vamos a ser implacables con esto", insistió.