Un nuevo caso sacude al deporte. Breanna Stewart, pivote de los Seattle Storm y considerada la mayor promesa de la WNBA, reveló a través de una carta que fue víctima de abusos sexuales a los nueve años. El relato de la joven de 23 años, titulado "Me Too", ha causado gran impacto en todo el mundo.
"Solía dormir en las casas de mis familiares todo el tiempo. Él vivía en una de las casas donde más dormía. Había un gran sofá en la sala de estar y me quedaba despierta hasta tarde, viendo televisión. Allí también dormía, no había dormitorio de huéspedes. Oía sus pasos bajando las escaleras. Se sentaba a mi lado, fingiendo ver televisión. A veces, nunca subía a dormir y simplemente esperaba en el sofá. Sabía lo que vendría después. 'Está bien', decía. Me tocaba e intentaba que lo tocara. A veces intentaba apartar mi brazo, pero no era tan fuerte. Solo era una niña", revela en parte del texto.
Tras dos años, donde los abusos ocurrieron a cualquier hora del día, Breanna logró contarle a sus padres. "Tenía 11 años y estaba en mi propia cama. Eran alrededor de las 3 de la madrugada. Fui a la habitación de mis padres. '¿Mamá? Mamá, tengo que decirte algo'. La lleve a mi habitación, me acosté en mi cama mientras ella se sentaba en el borde. Señalé mis partes privadas, y dije, 'Mamá, él me tocó allí'. Recuerdo que mis padres llamaron a la policía y que toda mi familia estaba en mi casa cuando salió el sol. Sé que fui a la estación de policía y di una declaración. Mi padre más tarde me dijo que el tipo había confesado todo a la Policía", agregó.
Tras esto, Breanna pide que no la defiendan más "sólo por lo bien que juego baloncesto. Ambas cosas son parte de mí, me hacen lo que soy. Todos somos un poco más complicados de lo que parecemos. Y finalmente puedo dormir tranquila", cierra la carta.
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