No hay caso. Reinaldo Rueda no encuentra la fórmula. Tampoco a su carta de gol. Repite a los consagrados, les da vida a los que parecían olvidados. Pero no, el gol no llega. La Roja, que no hizo un mal partido ante Corea del Sur, termina con las manos vacías, sabiendo que con un goleador prendido pudo haber torcido el destino. No duele tanto, porque fue un amistoso, pero alarma -y mucho- de cara a lo que viene. Solo quedan seis amistosos antes de enfrentarse a la Copa América de Brasil 2019.
Ayer fueron Ángelo Sagal, Diego Rubio e Ignacio Jeraldino. Antes ya habían pasado Alexis Sánchez, Eduardo Vargas, Felipe Mora, Nicolás Castillo y Ángelo Henríquez. Ninguno de los atacantes nominales ha logrado marcar en la era Rueda. Y lo que era una mera estadística ya se transforma en preocupación. Pasa que si se suman los minutos que cada uno ha jugado, acumulan 1.189 sin festejar. Peor aún, algunos, como Rubio y Jeraldino, ni siquiera han logrado rematar.
Para Diegol fue un partido ingrato el del regreso a la Roja, tras siete años de ausencia. El jugador del Sporting Kansas City dio 12 pases, ganó tres duelos y perdió cuatro, mientras que, dicho está, no logró disparar. A los 58' fue reemplazado por el ariete de Audax Italiano, quien tampoco fue el revulsivo que necesitaba la Selección en el afán de ganar el partido. Establecido como un ariete natural, sus estadísticas fueron similares a las de Rubio. Dio 11 pases, ganó tres duelos (dos aéreos) y perdió uno, y tampoco sumó remates a portería.
Con ellos, Rueda ya ha probado a ocho delanteros netos y, hasta ahora, nadie ha podido ser la respuesta a la búsqueda del gol. Chile se crea opciones, pero nadie las concreta. Y no es sólo tema del duelo de ayer en Suwon. Porque Rueda apenas supera a seis entrenadores (con al menos cinco partidos dirigiendo a Chile), entre las peores medias goleadoras. Tiene 1,16 por partido. En total, siete tantos en seis duelos disputados. Lejos, por ejemplo, de los 2,02 que alcanzó Jorge Sampaoli.
Y es que ninguno de los atacantes en los que Rei ha confiado ha dado con la tecla. El caso más preocupante es el de Ángelo Sagal, titular en todos los cotejos del colombiano al mando de la Selección. No tiene goles, ha rematado cinco veces y apenas dos de esos disparos han ido al arco. Además, se ha creado seis ocasiones, ninguna llegando a buen puerto. Suma, eso sí, una asistencia (ante Polonia).
Nicolás Castillo sigue en ese listado. Ha estado en cuatro cotejos (en uno se fue expulsado). Es el que más intenta (ocho remates, cuatro de ellos a portería), pero a la vez el que más ha fallado en el afán de batir a los porteros rivales. Sánchez, con dos duelos (cuatro remate, dos al arco), cierra el podio maldito.
Esas actuaciones individuales han hecho que los números colectivos bajen respecto a los antecesores de Rueda. En promedio, los equipos del caleño rematan menos al arco en cada partido (11,3, contra los 12,9 de Pizzi y los 12,5 de Sampaoli) y necesitan más remates para convertir (casi 10, contra los 6,2 del casildense y los 8,6 de Macanudo).
Si incluso el falso 9 que mandó ayer a la cancha le falló. Diego Valdés eludió al arquero en la última jugada y elevó increíblemente. El gol no se le da a la Selección.