Tres partidos le han bastado a Joaquín Larrivey (35) para anotar cinco tantos con la camiseta de Universidad de Chile. Más que el total aportado por Gabriel Torres, Marcos Riquelme y Matías Campos López el año pasado. Solo ante Curicó Unido, este sábado, el delantero se lució con cuatro anotaciones que lo perfilan como la carta de gol de los azules, que hoy reciben a Internacional de Porto Alegre, en Ñuñoa, por la segunda fase de la Copa Libertadores.

Pese a que no ha dejado boquiabiertos a los hinchas con algún golazo, sí ha desatado la euforia atragantada de los azules, que tanto sufrieron con la amenaza del descenso el 2019. El Bati (apodo que recibe por su parecido con Batistuta) está donde debe estar. El olfato no le falla y cuando ve el balón en la red, celebra con el gestor de la jugada. Esa humildad es la que también saca a flote al hablar de su brillante comienzo en el equipo de Caputto.

"No soy lo que le faltaba a la U, es solo el inicio. Ojalá que sea el inicio de buenas actuaciones, goles y especialmente de victorias del equipo. No puedo decir que yo era lo que le faltaba a la U, porque no seguí el campeonato chileno, a la U tampoco. Estaba en Paraguay y no se veía mucho. Sin duda que el equipo necesita ganar y jugar bien, y bueno, el delantero siempre está más cerquita de hacer el gol. Cuando hago goles me pongo feliz, porque el equipo lo necesita", confiesa a La Tercera.

Pero ese oportunismo y frialdad en el área se pondrán a prueba ante un rival de peso como Inter de Porto Alegre. No estarán los espacios que dejó la defensa curicana o quizás se reduzca la posibilidad de patear un penal como lo hizo ante Huachipato. La gran desafío será ante el cuadro brasileño, esta tarde. "Repetir una goleada en Copa Libertadores sería muy difícil, porque estas fases son muy cerradas, nunca sabes lo que puede pasar", admite.

Pese a la adversidad, el ex Cagliari, Rayo Vallecano, Celta de Vigo, y otros siete equipos, se tiene fe en su primer desafío internacional con la camiseta azul: "Vamos con mucha ilusión, sabemos que vamos de atrás, que somos el equipo menos favorito, pero vamos muy ilusionados en que podemos hacer una gran fase. Hay que hacer las cosas perfectas para pasar. Creemos en nosotros y tenemos confianza de que se nos puede dar", dice.

Una estadía entre disturbios

Minuto 89 del partido entre Universidad de Chile y Curicó Unido en el Nacional y una lujosa jugada de Gonzalo Espinoza termina en un centro perfecto hacia la frente de Larrivey, que cabeceó solo desde el borde del área chica para sentenciar el 5-1. Fue la firma de su póker, mientras que detrás de ese arco, en el sector sur del coliseo de Ñuñoa, guardias robocops y carabineros se enfrentaban a un grupo de violentos azules, que lanzaban desde bebidas a mesas hacia la pista atlética.

Así ha sido la estadía del Bati en Chile. Escuchando cánticos contra el presidente Piñera, sintiendo el olor de una lacrimógena en la cancha e incluso viendo lo que quedó de las barricadas y disturbios a la salida del estadio, el sábado. Pero nada importa. La buena imagen que tiene el argentino del país no se altera por los desmanes, según dice: "La impresión que tengo de Chile, junto a mi mujer que ya lo conocía porque nació acá, es extraordinaria. Es un momento complejo en cuanto a lo social, pero es un país hermoso, con un fútbol precioso. Los estadios son maravillosos y la gente nos ha tratado de mil maravillas. Son solo momentos que hay que pasar, hay que ver cómo se resuelve la situación. Ojalá que sea lo mejor para todos y la cosa se vuelva a regularizar para volver a ser el país que era antes", cierra el artillero.

Hoy Larrivey da vuelta la página en la que se convirtió en héroe para aterrizar en la del duelo ante Internacional, por la Copa Libertadores. Desde las 18.00 arranca la misión de los azules: olvidar los fantasmas pasados y luchar para meterse en la fase de grupos del torneo continental.