El 5 de junio Novak Djokovic (3º) entró al quirófano para ser operado por una rotura en el menisco de la rodilla derecha. Este 14 de julio, a un mes y nueve días de aquello, saldrá al Court Central del All England a conquistar su 25º título de Grand Slam.
Una sucesión de hechos que no tienen sentido, que rayan lo imposible, pero que el serbio logró sin mayores problemas. “Esta es una de las recuperaciones que estarían en mi top, quizá la 2 o 3 en cuanto al tiempo que he necesitado para volver al nivel deseado”, llegó a confesar antes de derrotar al italiano Lorenzo Musetti (25º) en las semifinales.
Recuperación milagrosa, que le ha devuelto la sonrisa. Y es que 2024 estaba siendo una pesadilla para uno de los mejores tenistas de la historia. Comenzó el año sin poder defender el título del Australian Open y después cayó en la tercera ronda del Masters 1000 de Indian Wells. Sensaciones incómodas que no cambiaron en la arcilla, donde pese a llegar a semifinales en Montecarlo y Ginebra, sufrió una contundente derrota por 6-2 y 6-3 ante Alejandro Tabilo en dieciseisavos de Roma. Para colmo, en París llegó la rotura del menisco y consigo la gran interrogante de si el serbio iba a poder dar vuelta a la situación. Con mucho trabajo físico y las máximas precauciones lo logró.
En Wimbledon ha mostrado su mejor versión, dando espectáculo cuando puede y batallando si es necesario. Ahora respira tranquilo y se ilusiona con conquistar el primer título de la temporada.
La consagración en el césped británico además le permitirá llegar a los 25 títulos de Grand Slam, más que cualquier persona en la historia del deporte. Entre los hombres lleva un tiempo sin rivales, pero aún le falta una consagración para superar a la mítica Margaret Court.
Como si fuese poco, este domingo Nole también tendrá la chance de igualar a Roger Federer como el hombre con más títulos de Wimbledon con ocho. Quedará también a solo otro más de igualar a Martina Navatrilova, quien consiguió nueve entre 1978 y 1990.
Revancha un año después
En Wimbledon 2023 Novak Djokovic vio una vez más roto su sueño de ganar los cuatro Grand Slams en un mismo año. Había conquistado Australia y Roland Garros sin problemas, por lo que Londres, donde venía siendo campeón desde 2018, asomaba como el menor de los desafíos.
Pero Carlos Alcaraz rompió la ilusión. El español, que solo había ganado un título en césped en su carrera, se llevó aquella final en más de cuatro horas por un trabajado 1-6, 7-6, 6-1, 3-6 y 6-4, conquistando su primer Wimbledon y asegurando su segundo título de Grand Slam.
Djokovic nunca negó que fue una derrota dolorosa, inesperada incluso, admitiendo que imaginaba que el murciano le iba a dar problemas en arcilla o en cemento, pero que pocas veces pasó por su cabeza que aquello también iba a suceder en pasto.
Perdió una oportunidad soñada hace un año y por lo mismo ahora no pasa por su cabeza volver a quedarse sin el premio gordo. No tendrá la chance de conquistar los cuatro grandes en un año calendario, pero incluso en la de hoy hay mucho más en juego: en 2017 fue la última vez que se despidió de Wimbledon sin haber ganado al menos un título de Grand Slam en la temporada.
Por el otro lado de la red, la historia es totalmente distinta. Con 21 años, el español está a solo tres sets de ser el sexto tenista que logra ganar los títulos de Roland Garros y Wimbledon de manera seguida, sumándose a una lista en donde aparecen solo nombres insignes del deporte blanco: Rod Laver (1969), Björn Borg (1978, 1979 y 1980), Rafael Nadal (2008 y 2010), Roger Federer (2009) y Novak Djokovic (2021).
Su segundo título en el All England Lawn Tennis Club además le permitirá llegar a cuatro títulos de Grand Slam, transformándose en el tercer tenista activo (solo por detrás de Djokovic y Nadal) con más trofeos de grandes. Atrás quedarán Andy Murray y Stan Wawrinka con tres consagraciones cada uno.