España celebra su cuarto título de la Eurocopa. En esta ocasión, una victoria agónica sobre Inglaterra. Una victoria sufrida en todos los sentidos. No solo porque el gol de Mikel Oyarzabal llegó en el minuto 85, sino por una salvada increíble en el último instante del tiempo reglamentario.

Declan Rice conectó un centro potente y cabeceó de buena manera. Primero, Unai Simón repelió. Sin embargo, la pelota quedó ahí mismo y el rebote lo cazó Marc Guehi. Cuando la pelota entraba, apareció Dani Olmo para sacarla de la línea. El atacante ibérico se transformó en el mejor defensa.

Olmo, en esta Eurocopa, se transformó en el inesperado héroe de España. El mediapunta comenzó el certamen continental como suplente. Arrancó con un rol secundario, pero poco a poco fue tomando protagonismo. Esto aumentó ampliamente desde que finalizó la fase de grupos. Sumó tres anotaciones y fue uno de los máximos anotadores del certamen.

Le marcó a Georgia en octavos, a Alemania en cuartos (el empate) y a Francia en semifinales (el gol del triunfo). Este último fue tras un increíble control en el área, un enganche y un potente remate. Un golazo refleja lo que fue su actuación en el torneo.

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