El pasado domingo en Londres se disputó la final de Wimbledon. A la pista saltaron Carlos Alcaraz y Novak Djokovic con un solo pensamiento: quedarse con el título.
Por lo mismo ambos tenistas salieron a darlo todo y al final fue el español quien terminó celebrando el que fue el segundo Grand Slam de su carrera quee le significó además una importante cifra de premio.
La definición debió cerrarse en el quinto set y aquí hubo un juego que terminó siendo determinante y que trajo consecuencias negativas para el balcánico.
En el tercer juego del último parcial Alcaraz luchó con todo y consiguió quitarle el servicio a Djokovic, debido a esto, y sabiendo lo importante que era dicha jugada en ese momento, Djokovic no supo administrar la frustración y terminó descargando su ira destruyendo la raqueta contra uno de los postes que sostiene la malla.
Esto le significó al actual número 2 del ranking ATP los abucheos del público y la advertencia del juez de silla.
Claro que ahora a la sanción deportiva se suma una económica. El Serbio fue multado con US$8.000 por su acto antideportivo, cerca de 6,5 millones de pesos, por su conducta en dicho momento. Un monto que de igual manera termina siendo menor para el tenista, pues por el hecho de acabar en el segundo lugar del torneo aseguró 1,4 millones de la moneda norteamericana.
“Estaba frustrado, habían sido un par de puntos muy duros. Alcaraz jugó increíble para romperme el saque”, explicó Djokovic tras el partido.
Una derrota difícil de digerir
Una vez finalizado el encuentro, el serbio analizó la derrota no sin antes felicitar a Alcaraz por el logro. “sabía que probablemente iba a tener problemas contigo en polvo de ladrillo y en cancha dura, pero es increíble cómo te has adaptado al césped. Antes de este año en Wimbledon quizás habías jugado una o dos veces en tu vida en esta superficie, pero hace poco ganaste Queen’s y ahora aquí. ¡Enhorabuena!”
“Obviamente no me gusta perder partidos como éstos, pero cuando las emociones bajen a su nivel voy a estar muy agradecido, porque he ganado muchos partidos cerrados en el pasado. En el 2019 gané contra Roger (Federer) una final en la que estaba dos match points abajo y a lo mejor pude haber perdido ahí (...). Ahora me tocó a mí”, continuó.
“Obviamente es difícil de digerir cuando estás tan cerca, pero estos son los momentos que uno trabaja todos los días, para tener la posibilidad de jugar en los grandes torneos del mundo”, añadió.
Por último, comentó que “soy un bendecido por haber participado en muchos de éstos durante mi carrera. Estoy muy agradecido, pese a no haber ganado hoy, y debo seguir adelante”, cerró.