Hace casi exactos diez, el 29 de diciembre de 2013, cambió por completo la vida de Michael Schumacher, considerado uno de los mejores deportistas, cuando su salud sufrió un golpe inesperado.

Ese día, un golpe en la cabeza dejó al siete veces campeón del mundo en Fórmula Uno en coma y con un daño cerebral severo mientras esquiaba en las vacaciones navideñas con su familia en Meribel, en plenos Alpes.

La noticia causó un impacto generalizado en el planeta, que siguió con atención el estado del piloto alemán. Un diagnóstico que una década después sigue sin ser respondido de manera definitiva.

Si hay algo que ha acompañado al proceso de recuperación de Schumi es el hermetismo. Desde el día uno su familia optó por el silencio y son escasas las voces que han hablado de su estado con el paso de los años.

Y es que su entorno y su representante intentaron evitar todo tipo de especulaciones. Schumacher salió del coma en junio de 2014, antes de ser trasladado a Suiza. Primero al hospital de Lausana y, posteriormente, a su casa tras quedar en estado vegetativo.

Sus días en España

El germano ha tenido una estrecha relación con Mallorca, antes incluso del accidente. Posteriormente ese lazo se hizo aún más cercano cuando su discreta vida se ha relacionado más directamente a las Baleares y al Port d’Andratx.

Ese fue el lugar elegido por su esposa Corinna para iniciar la recuperación del excampeón. En 2018 adquirió la espectacular mansión que en su día compró el presidente del Real Madrid Florentino Pérez en 2005, previo pago de 35 millones de dólares.

La nueva casa de la familia está en un lugar alejado de los focos y la expectación periodística, esencial para asegurar la intimidad que requiere la delicada salud de Schumi, sobre la que muy pocos detalles se han hecho público. Esa fue la principal decisión de su traslado a la Isla.

Un lugar geográfico con condiciones especiales. La residencia está ubicada en lo alto, con una superficie de 15 mil metros cuadrados con vistas al mar. Una fortaleza protegida por pinos en la exclusiva urbanización Las Brisas del Port d’Andratx.

Y es que la familia decidió viajar permanentemente entre Suiza y Mallorca en un avión especialmente adaptado y de manera discreta, recibiendo unas pocas y elegidas visitas, como la de quien fuera su jefe en Ferrari y presidente de la FIA, Jean Todt. Antes, la familia de Michael Schumacher, su esposa y sus hijos: Gina, María y Mick; decidieron establecer al expiloto en el refugio.

En la misma zona geográfica, el clan decidió adquirir una finca de 54 mil metros cuadrados, muy cerca del mar. Un amplio espacio en el que podrían criar caballos y montar su propio rancho, tal como hacen en Suiza o Texas, siendo una de las grandes pasiones de Corinna y Gina Schumacher, mujer e hija del legendario deportista.

Muy cerca de cumplir 55 años (lo hará el próximo 3 de enero) la salud de Schumi todavía es un gran misterio. Apenas algo se puede adivinar gracias a lo que dejan entrever quienes le han podido ver.

La expareja de Flavio Briatore, Elisabetta Gregoraci, fue quien dio algunas pistas: “No habla. Se comunica con los ojos. Solo tres personas pueden ir a verlo y yo sé quiénes son. Se mudaron a Mallorca, donde su esposa ha montado un hospital en esa casa”.