La modestia estuvo al borde de la hazaña: Wanderers avanza en la Copa Chile tras ganar al histórico equipo de Juan Fernández

Juan Fernández
Juan Fernández dio dura pelea en el archipiélago a Wanderers, por la Copa Chile. FOTO: @awante

En medio del Pacífico, el bucólico paisaje de Robinson Crusoe fue testigo del coraje de los aficionados jugadores locales. Solo a cuatro minutos del final, los caturros pudieron llevarse la victoria de 2-1 ante un equipo d pescadores, profesores y estudiantes que tuvo a su meta como figura.



El fútbol tiene una capacidad muy diferente al de otras múltiples actividades. Su popularidad tiene la enorme suficiencia de visibilizar cosas y lugares geográficos que lo distinguen exponencialmente de otros fenómenos.

Así también lo entendieron en Juan Fernández, el archipiélago ubicado a más de 600 kilómetros al oeste del continente. Las autoridades insistieron ante la federación chilena para organizar un duelo de la Copa Chile y así lo consiguieron.

“Para nosotros no es un partido común y corriente. Nosotros somos la segunda comuna más pequeña de las 345 del país. Y, en los últimos 12 años, nos hemos caracterizado por puros eventos negativos. El sunami, el accidente del avión donde venían Felipe Cubillos y Felipe Camiroaga… Para nosotros esta es una oportunidad de relevar nuestra comuna como una sustentable, el tema pesquero, el turismo…”, decía en la previa del trascendental duelo Pablo Manríquez, alcalde del archipiélago.

Así quedó planteado en el duelo ante Santiago Wanderers en el inicio de la Copa Chile, cuando el modesto equipo isleño se midió ante los caturros en un compromiso que detuvo el tiempo entre los habitantes de la isla Robinson Crusoe y sus alrededores, con un apretado triunfo para los profesionales que juegan en la Primera B.

El elenco local dio un duro trabajo a los profesionales porteños. Un plantel conformado por pescadores, profesores, funcionarios públicos y hasta estudiantes; se paró sin miedo ni reservas bajo la dirección del experimentado técnico Jorge Garcés, quien llegó hace dos meses al archipiélago para dirigir al puñado de valientes.

En un paraje idílico, junto a la inmensidad del Océano Pacífico como testigo silencioso, en una pequeña bahía enmarcada entre los cerros. Ese fue el lugar elegido, la cancha de la isla para escribir este nuevo capítulo en la competición más democrática y transversal del fútbol chileno.

En lo netamente futbolístico, Wanderers no podía hacer daño al grupo de futbolistas amateurs que no mostraron complejos ante el equipo porteño, el mismo que debió viajar un día y medio desde el continente en el buque Hércules de la Armada de Chile para cumplir con el partido.

Pasaban los minutos y los caturros no encontraban de imponer su jerarquía al modesto cuadro isleño. Lo intentó John Valladares a los 2 minutos, pero su disparo salió sobre el arco. Al otro lado también había acción, pero ni el estudiante Iuliano Galassi y tampoco el exjugador formado en la UC Osvaldo Salas pudieron derrotar al experimentado meta Fernando Hurtado.

El cuadro de Valparaíso inclinaba la cancha contra el arco de portero local Héctor Melo, de 40 años. A esa altura, la gran figura del duelo era el concejal y profesor. Entregó seguridad y desbarató las intenciones de Carlos Muñoz, Valladares y Diego Opazo.

Un concejal como figura

En el segundo tiempo, Melo se consolidó como el más importante. Tuvo un par de tapadas portentosas que tenían de los nervios al equipo profesional.

Pero Wanderers logró abrir la cuenta con cierta dosis de polémica. Cuando Opazo centró, la pelota había salido de manera evidente, pero la pelota llegó de manera precisa a la cabeza de Cristóbal Ponce, quien anotó el 1-0, a los 70′.

En la jugada siguiente se produjo el momento histórico del encuentro. El árbitro Nicolás Millas cobró un claro penal en el área caturra, tras empujón de Araya sobre Galassi. Así, Osvaldo Salas desató la euforia en la pequeña isla en medio del Pacífico. Con mucha clase, el exjugador de Cobresol de Perú engañó a Hurtado y marcó el 1-1, a los 74 minutos.

Solo en el final del duelo, a los 86 minutos, Joaquín Pereyra pudo desequilibrar el encuentro tras marcar el 2-1 de Wanderers que ahora se medirá a Con Con en la Copa Chile. Una verdadera gesta para el humilde equipo isleño que emocionó a todo Chile tras dar un ejemplo de intensidad y arrojo.

“La naturaleza nos ha querido bajar muchas veces. Nuestras familias llevan más de 100 años acá, tenemos una cultura maravillosa. Luchamos harto, me voy con el corazón partido, jugamos contra un equipo profesional de gran manera. Gana el deporte y gana la isla. Esto habla de jugar por amor a la pelota”, dijo Melo tras el duelo, la gran figura.

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