El 12 de septiembre de 2021 es una fecha que quedará grabada no solo en los protagonistas de la final del Abierto de Estados Unidos, sino que en una parte importante de la historia del tenis. Ese día, Daniil Medvedev venció por un triple 6-4 a Novak Djokovic y frenó su camino al Calendar Grand Slam. Es decir, ganar los cuatro grandes en una misma temporada. Además, el ruso conquistó el primer major para la Next Gen, la esperada nueva generación que hoy está animando el circuito y asoma como el relevo natural del Big 3, compuesto por el incombustible Nole y los lesionados Rafael Nadal y Roger Federer.

Hoy el top ten está conformado por seis jugadores de 25 años o menos: Medvevdev (25), Stefanos Tsitsipas (23), Alexander Zverev (24), Andrey Rublev (23), Matteo Berrettini (25) y Casper Ruud (22). Las excepciones son Djokovic (34), Nadal (35), Federer (40) y Dominic Thiem (28). De este grupo, solo el pupilo de Nicolás Massú y ahora el campeón de US Open han sido los únicos distintos a los tres más grandes tenistas de la historia en ganar un Grand Slam.

La Next Gen comenzó a tomar forma con la irrupción de Zverev, quien a los 20 años ya se había metido entre los tres mejores del mundo. Además, a su trayectoria le sumó el título del Masters, cinco coronas de Masters 1.000 y el oro olímpico en Tokio, razones por las que se esperaba que el alemán fuese el primero en dar el golpe en una final de Grand Slam. Ya el año pasado estuvo cerca en Nueva York, pero Thiem le dio vuelta el partido y festejó la corona. Luego se fueron sumando más figuras, como Tsitsipas o el propio Berrettini, que se metió en una inesperada final de Wimbledon. Pero la historia estaba reservada para el ruso, quien también le empieza a respirar en la oreja al propio Djokovic, quien así también lo asume.

“Daniil pronto será número uno del mundo. Es algo normal y la transición será inevitable, aunque los grandes aún aguantamos y tratamos de seguir dando pelea. Lo de la Next Gen no es nada nuevo, sino que está vigente y se harán cargo del relevo tarde o temprano. El tenis está en muy buenas manos y esperemos que la transición sea fluida en términos de atención y popularidad de este deporte. Es muy importante para todos”, expresó el serbio tras caer en la final en Flushing Meadows.

Una carrera silenciosa

En el circuito junior, Daniil Medvedev fue un jugador destacado, pero nunca fue top ten. De hecho, su mejor ubicación fue el número 13 del mundo. Curiosamente, en ninguno de los grand slams que disputó pasó más allá de la tercera ronda, por lo que su ranking lo fue construyendo gracias a sus actuaciones, principalmente en torneos de Grado 1.

Paralelamente al final de su etapa en torneos juveniles, comenzó a sumar puntos ATP, terminando 2014 en el puesto 655. El año siguiente finalizó 329° y en 2016 dio el salto al top 100, terminando 99°. De ahí en adelante, comenzó una transición paulatina, pues en 2017 terminó 65°, al año siguiente ganó sus primeros tres torneos en Sídney, Winston-Salem y Tokio.

En 2019 explotó tenísticamente hasta meterse en el top 20. Los dos títulos de Masters 1.000 en Cincinnati y Shanghai y la final del US Open de ese año terminaron de consolidarlo en el top ten y de ahí en adelante su tenis ha ido avanzando. Eso sí, todavía le queda una deuda pendiente con la arcilla, donde nunca ha podido levantar un título como profesional y donde dice sentirse menos cómodo. Sin embargo, tiene margen para conseguirlo y también para llegar a la cima, concretando el relevo definitivo de la Next Gen al Big 3.

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