Fue un año impensado, uno que rompió hasta con su propias expectativas y que abrió el apetito de ir por algo mayor. Emilio Fernández debutó en 2018 junto a su copiloto Joaquín Riquelme en las fechas del Junior WRC (máximo 29 años) y obtuvieron resultados prometedores.

El curso inició con sorpresas. En febrero se corrió la primera fecha de la Junior WRC en Suecia. La meta del piloto nacional era simplemente terminarlo. Era su primera vez y tenía las ganas de incursionar en el circuito, conocerlo, saber de qué se trataba. Como es costumbre durante esas fechas, en el país escandinavo cae muchísima nieve, condiciones desconocidas hasta ese entonces para Fernández. Sin embargo, dio el batacazo y logró ganar una especial y acabar séptimo en la tabla general. "Fuimos con la misión de acabar la etapa y terminó siendo un debut soñado para cualquiera", recuerda Fernández.

Los nervios del estreno ya se habían quemado y resultados inesperados habían llegado. Pasaron los meses y también fechas del Junior WRC. El binomio nacional sumaba y sumaba experiencia con campeones nacionales de países como Francia y Alemania. "Lo competitivo es demasiado", cuenta Fernández, el que maneja el volante. Lo cierto es que Fernández cerró con broche de oro el año. En Turquía corrió la última fecha del Junior WRC y remató tercero, tras una remontada épica en la etapa final. Tremendo resultado.

El positivo año le entregó por sobre todo confianza y tiene decidido entrar a la categoría estelar, la R5.