La noche que Iván iluminó París

Hace exactamente 20 años, el Inter de Zamorano ganaba la Copa de la UEFA tras superar con claridad a la Lazio, en el único título conseguido por el exdelantero con los lombardos. "Iván fue importante para nosotros porque era un ejemplo de corazón", dice el brasileño Zé Elías, excompañero y titular en el día de la consagración.


Hoy, el abanico de jugadores chilenos esparcidos por el mundo es inmenso. Este fenómeno, en los 90, era menor. Los representantes nacionales en el balompié extranjero eran pocos. Por lo mismo, la atención hacia su desempeño era paso a paso, sobre todo si ganaban una copa. Algo así pasaba con la experiencia de Iván Zamorano en el Inter de Milán, uno de los colosos del Calcio. Luego de su recordado paso por el Real Madrid, donde se coronó como Pichichi, en 1996 desembarca en los neroazzurri, en pleno camino de la Roja hacia el Mundial de Francia.

En cuanto a trofeos se refiere, la estadía de Bam Bam en Italia fue poco prolífica, no obstante su recuerdo permanece en la tienda lombarda. Hoy se cumplen 20 años del único título del otrora capitán de la Selección con el Inter: la Copa de la UEFA (lo que actualmente es la Europa League). En la noche del 6 de mayo de 1998, en el Parque de los Príncipes de París, Zamorano apareció para contribuir a la consagración del Inter, que venció por 3-0 a la Lazio, que el mismo año recibiría al otro integrante de la inolvidable dupla Za-Sa, José Marcelo Salas.

Un año antes, la misma competencia significó una dura decepción para el club, que perdió la final ante el Schalke 04 en Milán, cuando el campeón de la UEFA se definía en partidos de ida y vuelta. Zamorano fue protagonista de esa serie, para bien y para mal. Un gol del chileno dio la victoria por 1-0 a los italianos en el tiempo regular, igualando el marcador global; pero en los penales Bam Bam falló el suyo (se lo atajó Jens Lehmann).

El Inter de la temporada 1997-1998, bajo el mando de Luigi Simoni, tenía un plantel estelar, con Gianluca Pagliuca, Giuseppe Bergomi, Javier Zanetti, Diego Simeone y Youri Djorkaeff, entre otros, junto a un joven de 20 años que dejó el Barcelona para recalar en Milán y seguir encandilando al mundo: Ronaldo.

Uno de los titulares en aquella jornada fue el brasileño Zé Elias, quien recuerda para La Tercera pasajes de la final. "Pensé que iba al banco, pero antes del partido Simoni nos reúne y habló con los jugadores que iban a jugar. Para mí fue una sorpresa, fue uno de los partidos más importantes de mi carrera, jugar al lado de Simeone y de Winter… Los jugadores de la Lazio hablaron más de lo normal esa semana, pero nosotros teníamos grandes jugadores como Djorkaeff, Zamorano, Zanetti, Ronaldo, que era el mejor jugador del mundo en ese momento. Sabíamos de nuestra capacidad y cómo entrar en el partido, con mentalidad para ganar", declara el paulista, que tenía 21 años en aquel cotejo.

El primer golpe lo dio precisamente Iván Luis Zamorano. A los cinco minutos del encuentro, un pelotazo del Cholo Simeone cayó en la posición del 9, quien se fue en dirección al arco y definió con un toque de derecha ante la salida de Luca Marchegiani. Alessandro Nesta tan sólo pudo atinar a mirarle la espalda al ariete nacional. Pudo hacer otro el chileno en el segundo tiempo, pero su remate de zurda dio en un poste.

Participó del 2-0, eso sí, al bajarle el balón con la cabeza a Zanetti, quien sacó un furioso remate; y el tercero fue obra de Ronaldo, elegido el mejor jugador de la final y goleador del equipo en el torneo (6), quien tuvo que usar el dorsal 10 porque la 9 estaba ocupada por Zamorano. Luego, Bam Bam hizo gala de la creatividad para transformar el 18 en el 1+8 y no despegarse de su camiseta más característica.

"Zamorano fue importante para nosotros porque era un ejemplo de corazón, de pasión, de fútbol. Era un jugador que corría para todos. Aquel jugador que se quedaba, miraba a Zamorano que estaba corriendo y hacía lo mismo. Se comportó siempre muy bien y tenía experiencia para ayudarnos, para mí que tenía 21 años. El equipo sabía lo importante que era Iván", agrega Zé Elias, quien dejó la actividad en 2009 y que ahora es comentarista en ESPN Brasil. Volvieron a reencontrarse para el Mundial de 2014.

Zamorano hizo solo dos goles en la UEFA 97-98. El otro tanto fue en la semifinal de ida, al Spartak de Moscú, en Italia (31 de marzo). Es uno de los chilenos con más anotaciones en torneos de la UEFA, sumando sus pasos por Real Madrid e Inter: 21. En sus cinco temporadas en Milán, anotó 40 veces en 148 presentaciones.

Más allá de la distancia (hoy Zamorano está radicado en Estados Unidos en su labor de comentarista para Univisión), el vínculo entre el exdelantero y el elenco italiano permanece. En enero, cuando Bam Bam cumplió 51 años, el Inter le dedicó un video para festejarlo. "Da todo siempre por nuestra camiseta. Feliz cumpleaños", dijo el mensaje en la cuenta de Twitter del club. Otra muestra de la indisolubilidad del nexo se dio a fines de 2017. En octubre, asistió al estadio Giuseppe Meazza para presenciar el derbi con el Milan, y la recepción de los fanáticos interistas fue cálida, con ovación y cánticos.

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