La nueva normalidad de Sebastián Herrera
El alero chileno, capitán de los Crailsheim Merlins, comienza a entrenar pensando en el fin de la Bundesliga, que tendrá un torneo de 10 equipos a partir del 6 de junio. Todo, después de meses de cuarentena y estricto cuidado.
Alemania, poco a poco, intenta volver a la normalidad. Luego de más de dos meses luchando contra el coronavirus, las actividades en el país germano se están retomando, eso sí, con estrictas medidas de seguridad. El fútbol ya volvió y el básquetbol quiere lo mismo. La Bundesliga, donde el chileno Sebastián Herrera es capitán de los Crailsheim Merlins, fijó formato, ciudad y mes para finalizar su temporada.
El plazo máximo para determinar al campeón será el 30 de junio. Por lo anterior, es que a partir del sábado 6 de dicho mes se disputará un torneo con los 10 mejores equipos de la liga, que tendrá 35 partidos en 22 días. Se harán dos grupos y playoffs, desde cuartos de final en adelante. La sede será Múnich, donde todos los jugadores estarán en cuarentena en un hotel, evitando al máximo el contacto y con un contingente máximo de 22 personas.
Los Merlins de Herrera marchaban terceros cuando se suspendió la BBL el pasado 8 de marzo. A 13 fechas de terminar la fase regular, ya habían superado lo hecho el año anterior, cuando pelearon el descenso. Ahora vuelven a enfocarse en el básquetbol, aunque retomando a paso lento. “Fueron siete semanas sin entrenamientos”, dice el alero. “Después de cinco semanas, en varias regiones abrieron gimnasios. Se entrenaba de a dos personas”, añade.
Harto tiempo tuvo que pasar para pensar en seguir jugando la liga. Todo el país entró en cuarentena, por lo que el alero viajó desde Crailsheim a Trier, sede de su exclub y ciudad donde terminó su educación media, para entrar en confinamiento. Allá están sus amigos y su novia, “más en familia”, comenta. En su casa entrenaba con elásticos e implementos que ya tenía, hasta que se permitió la apertura de gimnasios. “Mi club me dejó ir a tomar un par de tiros, retomar un poco. Me mantuve en forma entrenando con un poco más de espacio”, dice Herrera.
Hace dos semanas, los jugadores de los Merlins fueron llamados de vuelta a entrenar. “Lo hacíamos en grupos de tres a cinco personas”. Primero era sin tocarse, hasta que el lunes 18 de mayo tuvieron la primera práctica con contacto.
Cada entrenamiento es un ritual de sanitización. “Nos toman la temperatura y nos desinfectamos las manos antes de entrar al gimnasio. Desinfectamos los balones y todo lo que ocupamos en las pesas. Es el lugar más seguro donde uno puede estar”, dice el ex Universidad Católica. Antes de retomar, todos los trabajadores, entrenadores y el equipo fueron testeados. Una vez que se confirmara que todos tenían negativo, se podía continuar. “Ahora lo hacen dos veces por semana”, cuenta el chileno.
Todo lo anterior es pensando continuar la liga en el torneo de junio, un certamen que solo esperaba la aprobación del gobierno regional de Baviera, a donde pertenece Múnich, para que se comenzara a programar. Cada equipo tendrá tres semanas de preparación antes de que todos se internen en un hotel de la importante ciudad germana, donde los jugadores tendrán que seguir estrictos protocolos y limitar incluso el contacto con sus familias.
“Al principio estaba un poco en contra de jugar, pensaba mucho en la salud”, comenta Herrera. Y añade: “Era bastante difícil imaginarse todo en las primeras semanas”. El seleccionado nacional se convenció cuando les dijeron que sería con todas las medidas posibles, con test y laboratorios cerca. “La liga hizo un buen trabajo”, sentencia.
Crailsheim quedó en el grupo A, junto al Gottingen (9°, 6/6), Bayern Munich (1°, 8/6), Ulm (10°, 10/6) y Oldenburg (5°, 12/6). Los cuatro primeros avanzan a cuartos. “Está bastante complicado, porque se nos fueron tres norteamericanos importantes. Pero hay que salir a ganar con quien sea, con los jugadores que tengamos. Tuvimos muchas lesiones e igual sacamos partidos adelante”, motiva el seleccionado.
Alemania intenta volver a la normalidad y no solo el básquet lo hace caminando lento, también las ciudades vuelven a su movimiento. “Han abierto algunas cosas como los delivery de comida, se puede salir a comprar con mascarilla, abrieron los peluqueros”, cuenta el chileno. “Han sido dos meses y un poco más desde que se cerró todo, de a poco se está abriendo porque la curva ha bajado bastante”, complementa. Poco a poco, la potencia europea y el deporte, buscan retomar su cauce.
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