Arturo Vidal abandona la zona de vestuarios del estadio Monumental. El Rey había llegado hasta ahí para felicitar a sus compañeros por la victoria frente a Everton, que había visto junto a quienes no fueron considerados para el choque ante los viñamarino, como Emiliano Amor, Ramiro González y Leandro Benegas, en uno de los palcos del recinto de Macul. Ahí y en todos sus recorridos en el interior del reducto albo, el ex volante del Barcelona recibió innumerables muestras de afecto y parabienes por una plena recuperación. Como retribución, posó para cuanta fotografía le pidieron y firmó cuanta camiseta pudo.
Los hinchas le reconocían que querían verle en la cancha frente a Cerro Porteño, en el inicio de la participación alba en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Esta semana abrió con una certeza: Jorge Almirón confirmó que el volante está en condiciones de jugar. “Arturo (Vidal) entrenó normal y llega. Tenemos un par de días más para darle el tiempo para que pueda estar. Así que va a jugar. Son los tiempos son normales, Arturo venía de no jugar por su operación. Llegó y jugó en el equipo, el ritmo de juego lo iba a retomar en el equipo, los partidos fueron muy exigentes, tuvo una molestia y ahí se fue dosificando para que pueda llegar bien a estos partidos”, dijo el DT, en una abierta defensa de la figura de mayor alcurnia que ha llegado al Cacique, y al fútbol chileno, en mucho tiempo.
“¿Cómo me ven?”
El sábado, mientras abandonaba la zona de vestuarios del Monumental, Vidal quiso dar una señal inequívoca de estaba en condiciones para el retorno. Bastó un “¿cómo estás, Arturo?” desde el lugar en que estaban agrupados los periodistas que cubrían el encuentro para que la respuesta fuera desafiante. “¿Cómo me ven?”, respondió el futbolista, algo molesto, antes de seguir su camino.
Vidal sabe que las miradas están puestas sobre él. Si antes del infortunio había objeciones respecto de su vigencia, al menos pensando en la Selección, después de que en septiembre sufriera la rotura del menisco externo de la rodilla derecha y tuviera que volver al pabellón, las dudas crecieron. Sin ir más lejos, antes de que se sellara su retorno a Macul, un sector de la dirigencia alba exigió exámenes adicionales que garantizaran la viabilidad de un fichaje millonario. Esa vez, el Rey pasó la prueba y terminó pactando un contrato por un año, sin cláusulas de renovación automática. En la Roja, Ricardo Gareca ya no le tiene entre sus prioridades. Eso sí, públicamente, el Tigre ha optado por un discurso mesurado.
Convertido en un influencer, Vidal ha aprovechado su enorme repercusión en las redes sociales, donde acumula millones de seguidores y hasta abrió un canal en Twitch, para ir revelando sus sensaciones. En los últimos días, de hecho, se ha abocado a establecer que su condición física ha mejorado y que le permite asumir los desafíos propios del primer nivel, sobre todo considerando las expectativas que Colo Colo cifra en su participación.
En Instagram, por ejemplo, en las últimas semanas ha compartido en un par de ocasione la rodilla derecha, de la que fue intervenido en septiembre y, ciertamente, su condición muscular. La articulación está en condiciones óptimas. Cada toma, por cierto, da cuenta de una pierna potenciada, capaz de tolerar esfuerzos importantes. También se ha mostrado realizando exigentes rutinas físicas. Habrá que ver si es capaz de transferir la evolución y la preparación al desarrollo del choque ante los guaraníes. Por lo pronto, Vidal busca acallar a sus críticos. “Está picado”, dicen sus cercanos.
El respaldo de Almirón
Almirón no solo ratifica su reaparición. También respalda la forma en que se ha conducido su reaparición. El técnico sabe que la jerarquía de Vidal puede marcar diferencias a nivel internacional y, por otro lado, quizás inconscientemente, le devuelve la mano. “Es máquina”, dijo Vidal en su canal en Twitch, cuando se conoció la llegada del transandino.
Ahora, Almirón explica que cada paso en relación al ex mediocampista de la Juventus está cuidadosamente pensado. “En el último partido terminó con una molestia un poco más grave, pero ya está recuperado. Simplemente, no lo quisimos apurar para que juegue sin molestias. Que no se atrase, por eso se hizo un poco más prolongada la recuperación. Está en perfectas condiciones. Habrá muchos partidos, 15 partidos en dos meses, con viajes. Iremos viendo cuánto va a jugar, hay muchos imponderables en el fútbol”, estableció en la comparecencia ante los medios de comunicación antes del choque frente a los guaraníes.