Dani Alves ha solicitado otra vez la opción de optar a la libertad condicional después de que fuera condenado a cuatro años y medio de prisión por violar a una mujer en una discoteca.
Durante la jornada de este martes la abogada del brasileño, Inés Guardiola, presentó un recurso en la Audiencia de Barcelona con el fin de que se le conceda la libertad al deportista.
A su vez, la defensora pedía que el pago de los 150.000 euros de indemnización que sirvió de atenuante para rebajar la pena debía ser considerado muy calificativo con lo que la condena debía ser más reducida.
Así mismo, Alves aseguró al Tribunal que se quedaría en España hasta que se resuelva su proceso, fijando como lugar de residencia Barcelona. Sin embargo, la Fiscalía se ha opuesto a la opción de que se le conceda al futbolista la libertad condicional, pues aún entiende que existe el riesgo latente de huida, dada su capacidad económica y la elevada pena impuesta.
Al final de la celebración de la audiencia, Alves intervino a través de una videoconferencia desde la cárcel Brians 2, señalando que “creo en la justicia. No voy a huir”.
Ahora la justicia española deberá decidir en los próximos días si le concede o no la libertad a Alves mientras analizan los datos entregados por la Fiscalía que determinó la condena inicial.
Cabe señalar que esta es la quinta vez que el brasileño solicita este beneficio desde que fue encarcelado. Todas las veces anteriores esta petición fue rechazada, bajo el argumento de inminente riesgo de fuga. El principal argumento para sostener esto ha sido que Brasil no posee un acuerdo de extradición con España, por lo que si llega a irse a su país natal la justicia hispana no podrá traerlo de regreso para que cumpla la condena.
Otro de los argumentos que ha presentado la defensa de la víctima para impedir la puesta en libertad es la alta capacidad económica que tiene Alves para poder arreglárselas para evitar la justicia, a pesar de que desde su detención ha visto finalizados contratos de patrocinio con varias marcas y perder su trabajo en el club Pumas de México.
La condena
A finales de febrero la Audiencia Provincial de Barcelona decidió condenar a Alves ya que se determinó que “el acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse la penetró vaginalmente, pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir” del baño privado de la discoteca donde ocurrieron los hechos. Con ello se entiende que “se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia, y con acceso carnal”.
Adicionalmente, la resolución explicó que “para la existencia de agresión sexual no es preciso que se produzcan lesiones físicas, ni que conste una heroica oposición de la víctima a mantener relaciones sexuales”. También pone énfasis en que “en el presente caso nos encontramos además con unas lesiones en la víctima que hacen más que evidente la existencia de violencia para forzar su voluntad, con el subsiguiente acceso carnal que no viene negado por el acusado”.