“Se me ha hecho horrible jugar el tenis, he puesto muchas ganas y no se da. Mañana tomaré una decisión en cuanto a mi futuro, ahí veré lo que haré. No vale la pena seguir jugando así. Hoy ni siquiera pude dar lo que siento que puedo dar y me da mucha pena. Emocionalmente, es muy duro en todo sentido. He puesto muchas ganas. Me encanta jugar en casa y me da pena no estar al ciento por ciento. Jugar de esta manera me preocupa bastante”.
Con estas palabras, Christian Garin preocupaba el jueves pasado a toda la afición deportiva del país tras firmar una nueva derrota. Esta vez frente a Alejandro Tabilo en el Chile Open, un resultado que significó una nueva palada para una confianza cada vez más mermada. Una sombra de aquel jugador que se encargó de sacar al tenis chileno del profundo oscurantismo en que se sumergió tras el retiro de Nicolás Massú y Fernando González.
Ayer, lo que parecía lógico se confirmó. Gago decidió restarse de la Copa Davis por decisión médica. Ya en la víspera decía que esperaba “ser un aporte y no una preocupación”. De acuerdo a lo comunicado por la Federación de Tenis, el número uno nacional y 26 del mundo no solo se bajó de la serie ante Eslovenia, sino que también del Masters 1.000 de Indian Wells, un momento preciso para entrar en una etapa de definiciones para su futuro.
“Tiene una tendinopatía del supraespinoso del hombro derecho que se le ha reagudizado y le complica”, comenta Alejandro Orizola, traumatólogo de Clínica Universidad de los Andes y médico jefe del Comité Olímpico de Chile y del equipo de Copa Davis, para explicar el motivo exacto que le impide jugar a su máxima capacidad. “Venía hace un tiempo con esta molestia y hay periodos donde molesta más. Nosotros sabíamos que tenía este problema y esperamos a ver qué pasaba y simplemente no estaba para jugar. En algún momento había que parar el auto para recuperarlo bien”, añade en sentido metafórico.
En simples palabras, la dolencia consiste en la inflamación que se ocasiona en este tendón por el roce provocado por los movimientos repetidos de elevación del hombro, lo que termina provocando un pinzamiento entre la cabeza del húmero y el arco acromial. De este modo, movimientos como el servicio se convierten en un verdadero martirio.
“El tratamiento básicamente en fisioterapia, analgésicos y disminuir algunas cosas básicas, como el saque o algunos golpes que le podrían incomodar. En unas dos o tres semanas, estaría listo para regresar”, anticipa el facultativo, quien descarta que la dolencia conduzca a una cirugía. “Con tratamiento médico alcanza”, destaca.
La situación incluso le llevó a hacer cambios con su raqueta. De hecho, en estas últimas semanas está probando con un prototipo de la marca Yonex, con un encordado PolyTour Pro de 24,5 kilos, lo que en teoría resulta un poco más amigable para su recuperación. Anteriormente utilizaba una cuerda luxilon, con una tensión de 23, lo que no ayudaba en su recuperación.
Un segundo aire
Luego de su comentada ruptura con el afamado entrenador Franco Davin, Christian Garin comenzó a reconstruirse y para ello inició la búsqueda de un cuerpo técnico. Una vez más. Ya son 12 los profesionales que han desfilado por la cabina técnica del nacido en Arica en nueve años de carrera, siendo muy pocos los que pasaron más de una temporada con él, algo muy poco usual en la mayoría de los jugadores del circuito.
En esa búsqueda encontró nuevamente en Jorge Aguilar una mano amiga. El ayudante de Nicolás Massú en el equipo de Copa Davis siempre ha sido un agente de distensión. Su juventud y su largo conocimiento del campeón de Roland Garros junior marcan una diferencia en el bienestar de la primera raqueta nacional. También sumó en su momento a Duglas Cordero, PF del elenco nacional. Sin embargo, diferencias logísticas impidieron que esta relación profesional prosperara en el tiempo. De hecho, uno de los temas pendientes responde a encontrar la persona indicada.
Asimismo, durante la gira sudamericana de arcilla sumó a su equipo al extenista argentino Mariano Puerta. Sin embargo, las tres derrotas en Córdoba, Río de Janeiro y Santiago no fueron el estreno más feliz. En relación a la tercera ronda conseguida en el Abierto de Australia, Garin terminó experimentando un retroceso en cuanto a resultados y a sensaciones. El futuro de esta colaboración es otro de los aspectos que tendrá que evaluar en estos días de recuperación.
El desafío para el ex número 17 del mundo es importante, porque más allá de los 1.061 puntos que defiende hasta Wimbledon, lo importante es hacer los ajustes necesarios que le permitan recuperar la alegría en una cancha de tenis y sentirse cómodo tanto como emocionalmente. Y estas semanas de para asoman como claves para sentar las bases para el resto del año.