Hace apenas un mes y una semana, la fondista chilena Jennifer González (28 años) dio a luz a Julieta, su primogénita. Lo hizo justo cuando, si hubiese seguido su plan de entrenamientos, debería haber estado afinando los últimos detalles para competir en el Sudamericano de Atletismo de la próxima semana, donde encontraría la marca para Lima 2019. Ahora, la campeona nacional en los 5 mil metros dice estar feliz con su maternidad, pero no siempre fue así.
Para muchas deportistas, vivir un embarazo representa un riesgo tanto o más grande que una lesión. Un patrón común en el deporte federado. Exigencias de resultados, pago por marcas mínimas e incluso la obligación de participar en eventos como embajador del auspiciador son parte de las cláusulas que firman las atletas con sus marcas. Por eso Jennifer, que solo vive del deporte, no supo si contarle o no a sus auspiciadores de su buena nueva. "Es muy común el tema de perder becas y auspicios por quedar embarazada. Es algo que todas comentamos en algún momento y un temor con el que cargamos siempre", reconoce, ahora dedicada sólo a su nuevo rol.
Con las precariedades del escenario chileno, quien consiga un auspicio es realmente una afortunada, por lo que el embarazo es postergado en la mayoría de los deportistas hasta después del retiro. Jennifer, por suerte, contó con el apoyo de sus auspiciadores (Adidas, Gatorade, Suntime y la beca de la Corporación Maratón de Santiago), pero sabe que su caso es una excepción a la regla. "No perdí nada. Siento que tuve mucha suerte, de verdad que pensé que lo iba a perder todo. Una marca busca tener resultados", comenta.
El caso de la gimnasta Macarena Pinto fue el que encendió la alarma en el país. Tras dar a luz a su hijo Agustín en enero de 2018, la deportista contó con solo tres meses de postnatal para retornar al alto rendimiento. Al tener la beca Proddar, el panel técnico le exigió revalidarla en un tiempo acotado, pero fue tan poco que no logró recuperarse del todo. "Yo tuve una cesárea, que es mucho más difícil de recuperar que un parto normal. Me debatía entre dejar o no a mi hijo solo, en volver a entrenar para mantener la beca, pero no podía, no estaba en condiciones. Y me la quitaron, pese a que entregué toda la documentación que acreditaba que no podía volver a competir aún", recuerda la cinco veces bronce en Copas del Mundo.
Gracias a su caso, comenzó a trabajarse en una modificación en estos casos del beneficio que entrega el IND a los deportistas nacionales, que aún se discute.
Diversos son los casos de medallistas olímpicas que se han visto obligadas a dejar de percibir su salario durante su período de maternidad. El caso más insigne es el de la mediofondista Alysia Montaño, quien se hizo viral en 2014 al correr los trails norteamericanos con una panza de 34 semanas de gestación. En un reciente artículo del New York Times, la especialista en los 800 metros planos confesó haberlo hecho para no ver congelado su sueldo.
"Cuando una mujer decide tener un bebé, el deporte deja de ser prioritario. Estaba patrocinada por Nike y entonces, cuando les dije que quería ser mamá durante mi carrera, me dijeron: "pararemos el contrato y dejaremos de pagarte. Así que dejé Nike para irme a Asics. Tuve a mi hija y cuando iba a volver y me estaba recuperando del embarazo, ellos también me amenazaron con dejar de pagarme", contó. Situación que muchas otras han vivido. Incluso la velocista Allyson Felix, la deportista más laureada en la historia de los Juegos, con nueve medallas, debió hacer lo mismo: "Sentía que al tener un hijo era como si estuviera arriesgando mi carrera y decepcionando a todos los que esperaban que siempre pusiera a correr primero", contó.
El gran problema en estos casos es que las marcas muchas veces firman cláusulas de confidencialidad en sus contratos, por lo que las deportistas no pueden revelar los atropellos. En el fútbol femenino, por ejemplo, las ligas que se han profesionalizado aún debaten si congelar o no los contratos de sus jugadoras en casos de embarazos. En la liga española, por ejemplo, hasta el año pasado jugadoras no había jugadoras que fuesen madres.
Consultado por La Tercera, Nike reconoció a través de un comunicado que "históricamente, algunas atletas femeninas han visto reducidos sus salarios por no poder cumplir con sus obligaciones contractuales de desempeño". Y añade: "Reconocimos que necesitábamos mayor coherencia en ese punto, y es por eso que en 2018 estandarizamos nuestro enfoque para que ninguna atleta femenina, en los distintos deportes, sea sancionada financieramente por sus embarazos".
En Chile
Under Armour, que en Chile auspicia a la patinadora y mamá María José Moya, aseguró que sus contratos "no tienen cláusulas excluyentes en base a temas de embarazo". "El compromiso que tenemos es con el deporte", enfatiza. Pese a también ser consultadas, Puma y Adidas no dieron respuesta al tema.
La triatleta Valentina Carvallo, que ya es madre de dos pequeños, reconoce que muchas marcas sí tienen cláusulas y bonos por marca. Ella, dice, ha mantenido siempre una postura frontal frente a sus auspiciadores, comentándoles de su embarazo apenas comenzó a planificarlo. "Conmigo se han portado increíble, incluso el IND, me han ayudado mucho. No sé cómo es el caso en otras mamás, pero yo mentiría si me quejara. Carozzi, Sparta y Redbull me han acompañado desde siempre", asegura.
Érika Olivera vivió muy de cerca el tema. La actual diputada es madre de cinco hijos y a todos los tuvo cuando brillaba en el alto rendimiento. "Las marcas siempre buscan un retorno, es normal. A mí me pasó que en mi primer embarazo se me congelaron varios auspicios, pero en esa época ni el Gobierno garantizaba los derechos para las mamás. Luego, comencé a firmar contratos por el uso de mi imagen, para que no me exigieran marcas", dice, reconociendo, eso sí, que en Chile es común que las deportistas posterguen su maternidad por temor a perder todos sus auspicios.
Francisca Crovetto, presidenta de DAR Chile y quien sí se proyecta como futura mamá, asegura que la discusión en torno a este tema en el país aún está en pañales. "Tenemos mucho que avanzar, sobre todo en la seguridad social de los deportistas".