Colo Colo cae ante Cobreloa y completa su tercera derrota en línea. Antes, se había inclinado frente a Ñublense y Fluminense. Las miradas de los hinchas apuntan a Jorge Almirón. El idilio que había comenzado con la llegada de un entrenador que lucía como pergamino más reciente la disputa de la final de la Copa Libertadores, con Boca Juniors, tambalea. A los fanáticos albos ya les empieza a disgustar la propuesta futbolística del estratega. Consideran que le falta claridad ofensiva, más allá de las decepcionantes actuaciones individuales. Lo manifiestan en las galerías y en las redes sociales.
Para peor, le cuestionan algunas decisiones, como la de reservar a varios jugadores en el partido frente a los Diablos Rojos, para tenerlos en condiciones para el choque en Río de Janeiro. La prioridad que el entrenador le da a la Copa Libertadores se torna incomprensible para los adeptos albos, primero por que la obligación histórica del club es ser protagonista a nivel local y, sobre todo a la luz de los resultados. Para peor, ante los loínos cayó usando a sus mejores disponibles. Ni así mejoró el nivel. “Soy responsable de lo que pasa”, asumió el DT. tras el revés ante los naranjas. “Después de un partido así los jugadores quieren jugar pronto y ahora hay que mostrar hombría y hacerse responsable del momento que vivimos... hay que canalizar varias cosas y no perder la cabeza”, insistió.
Un registro que cuidar
El enfrentamiento entre los albos y la UC es un clásico. Hay que hacer la salvedad frente a la insistencia que ha surgido en el último tiempo por desacreditar un enfrentamiento tradicional en el fútbol chileno y que, sobre todo, cobró actualidad en las últimas décadas, por las estrechas definiciones de títulos entre ambos. Visto así, Almirón y sus dirigidos añaden un elemento de presión más a los cuestionamientos que ya cargan y que, por cierto, disminuyen la paciencia. Al menos la de los seguidores. En la dirigencia no hay atisbo alguno de inestabilidad para la gestión del entrenador argentino.
Sin embargo, hay otro elemento que incluso prescinde de cualquier consideración particular: la estadística. Y en ese recuento hay otro factor que le suma peso a la mochila que ha ido llenando el estratega: el largo invicto frente a los cruzados que ostentan los albos.
El Cacique suma siete partidos sin perder frente a los estudiantiles por el Campeonato Nacional. El último triunfo cruzado se produjo hace más de cuatro años: fue el 16 de febrero de 2020, cuando el equipo de la franja se impuso por 0-2 en el Monumental. Después de ese encuentro, se han registrado dos victorias albas y cinco empates.
La historia más amplia le agrega a Almirón otra responsabilidad: impedir que los cruzados mejoren su registro en los duelos disputados ante el Cacique en el estadio Santa Laura. Entre 1961 y 2023, el choque entre albos y estudiantiles se ha escenificado 12 veces en el recinto contiguo a la plaza Chacabuco: los albos suman cinco victorias, contra cuatro del equipo de Las Condes. El último triunfo albo ante la UC en ese escenario tiene ribetes históricos: fue en 2009, en la jornada en que el Cacique se proclamó campeón, gracias al doblete de Esteban Paredes y las anotaciones de Cristián Bogado y Charles Aránguiz.
Ausencias
El técnico argentino, por cierto, tendrá que ver el encuentro desde la tribuna: fue sancionado con una jornada sin sentarse en la banca de suplentes producto de su ausencia en la conferencia de prensa posterior al choque ante los Diablos Rojos. No había comunicado esa determinación ni menos contaba con permiso para no comparecer en esa instancia obligatoria.
En la cancha también habrá un cambio obligado: Brayan Cortés fue castigado por una jornada por el empujón que le dio a Rodolfo González, en los minutos finales de la caída alba frente a Cobreloa. “Empuja a su adversario con uso de fuerza excesiva, provocando la caída de este”, consignó en su informe el juez Nicolás Millas. Ese documento es la base para las determinaciones de la corte deportiva. Por contrapartida, están disponibles Carlos Palacios, Guillermo Paiva, Damián Pizarro y Lucas Cepeda.