Arley Méndez presentó hace unos días sus descargos ante la International Testing Agency (ITA) tras haber arrojado positivo por presencia de cannabis, en una competencia preparatoria en Colombia, en mayo pasado. La situación pone en riesgo su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde es una de las cartas fuertes de la delegación nacional, y por eso el pesista está a la espera de la respuesta del organismo internacional de control de dopaje para ver si puede participar en la cita. Esta contestación se producirá en las próximas horas.
Como la marihuana es una sustancia de abuso, de acuerdo a las últimas modificaciones del Código de la Agencia Mundial Antidopaje, el pesista nacido en Cuba y nacionalizado chileno puede acogerse a un proceso de oficio, donde incluso podría recibir un mes de sanción, lo que le permitiría competir. En ese sentido, hay bastantes esperanzas en las autoridades deportivas de tener una respuesta positiva.
El optimismo se sustenta en que el deportista asumió su responsabilidad y no apeló a la sanción, pues, de haberlo hecho, se hubiera iniciado un juicio y el proceso se hubiera dilatado, haciendo que la opción de representar al país en la cita de los anillos se volviera inviable. En cambio, al reconocer el consumo, la estrategia se torna hacia establecer que la ingesta se realizó fuera de competencia. Es decir, hasta las 23.59 del día anterior a su participación en el evento.
Al establecer la no relación de la sustancia con el evento, recibiría una sanción de tres meses automáticamente. Pero si Méndez, además, se compromete a seguir y completar un programa antidrogas de abuso, aceptado por la IWF, recibirá de inmediato un mes de oficio, que correría desde el momento en que se le tomó la muestra, lo que lo dejaría inmediatamente habilitado.
El escenario menos auspicioso, aunque poco probable, sería que la ITA no quedara conforme con las explicaciones del deportista y decidiera llevarlo a un juicio. En ese caso, podría arriesgar una suspensión de dos años. Sin embargo, la nueva política de la AMA (WADA, en sus siglas en inglés) apunta a dejar de perseguir los dopajes por sustancias de abuso, toda vez que en algunos países la marihuana ya está legalizada o en vías de hacerlo.