La Federación de Fútbol de Colombia salió explicar los motivos por los que el presidente del organismo Ramón Jesurún y su hijo Ramón Jamil Jesurún fueron arrestados en medio de los incidentes que se registraron en la final de la Copa América entre Argentina y Colombia el pasado domingo.
Ambos fueron detenidos tras ser acusados de haber actuado de forma agresiva en contra de los guardias y policías que controlaban el acceso al campo de juego.
Ambos fueron liberados la noche del lunes cerca de 20 horas después de haber sido detenidos tras el pago de una fianza de 2.000 dólares para el mandamás del fútbol y otros 1.000 dólares por su hijo.
Ambos enfrentaron tres cargos de agresión agravada contra un funcionario público tras ser acusados de haberse peleado con varios guardias de seguridad dentro del recinto deportivo.
La situación se dio cuando Jesurún y su hijo intentaban ingresar al campo de juego a través de un túnel en el que estaban apostados miembros de la prensa acreditada. Estos “se enojaron y empezaron a gritarle” a uno de los agentes por demorarles el acceso.
Con el pasar de los minutos, el intercambio verbal pasó a ser físico, por lo que el guardia se puso adelante de ellos con las manos abiertas empujando el pecho de Ramón para que retrocedieran. En ese instante, su padre dio un paso adelante y se enfrentó al agente empujándolo, según se recoge en el reporte.
Más adelante la Federación colombiana apuntó que Jesurún, su esposa, hijo y nietos formaban parte de la comitiva que había sido invitada a ingresar al campo de juego para las celebraciones después del juego y que los empleados de la seguridad del estadio “impidieron el acceso oportuno y directo al gramado, a pesar de estar debidamente identificados”.
La defensa de Jesurún
Tras la audiencia que determinó su liberación, el timonel habló con los medios, donde justificó su accionar. “Mi comentario es muy claro, esta credencial para mí dice acceso total y un guardia de seguridad de esos que quieren hacerse los importantes la desconoció, le insistí en que podía ingresar y me empujó”, comenzó relatando.
También enfatizó agresiones a menores de edad. “Se armó un tumulto ridículo en el que atropellaron niños, investiguen que por ese señor hubo niños atropellados… Yo a nadie golpeé, yo me defendí, miren el video, pero miren, teníamos el acceso”, remarcó.
Por último, señaló que el lío fue “muy injusto, creo, lo poco que he escuchado, han echado la historia como no es, al fin y al cabo somos humanos, a cualquiera nos puede pasar eso y ya nos manifestaremos de manera oficial”.
Caos total
Los registros dejaron de todo. Más allá de los saltos de las rejas, una de las fotografías más impactantes fue aquella que mostraba a un grupo que intentaba ingresar al estadio a través de los tubos de ventilación. Fue tal el descontrol, que a las 20:20 se decidió la apertura definitiva de las puertas del Hard Rock Stadium. Pese a los intentos por evitarlo, la organización decidió rendirse antes las evasiones a los controles.
Ni siquiera los familiares de los jugadores se salvaron de la violencia. “Tuvo que salir Alexis para podernos hacer entrar, porque estaba preocupado. Yo pensé que no se iba a jugar el partido. Si los jugadores estaban preocupados de resolver esto, era improbable que un partido se lleve a cabo. Fue inhumano lo que pasó. Estamos bien, siempre Alexis nos llamó, pero él dijo que se iba a quedar en la puerta hasta que entremos. Lo dejamos tranquilo para que pueda jugar”, relató Silvina Riela, la madre del volante transandino Mac Allister.