Colo Colo agota las instancias para tener a Maximiliano Falcón en la revancha ante River Plate, en el Monumental, de Buenos Aires. Los albos elevaron un escrito a la Unidad Disciplinaria de la Conmebol con el objetivo de borrar la segunda amonestación al defensor uruguayo. Un eventual éxito en la gestión tendría como efecto la posibilidad de que Jorge Almirón pueda utilizarle en la revancha que se disputará en Núñez.
Sin embargo, en Macul asumen que se están jugando una patriada. Fundamentalmente, porque la Conmebol tiene como principio no contradecir las decisiones que los árbitros adoptan en el campo de juego. A diferencia de lo que ocurre en el ámbito local, en que la comprobación de inocencia a través de apoyos multimediales puede derivar en un cambio de criterio, en Luque solo se actúa de esa forma frente a un yerro que no admita interpretaciones. Por ejemplo, que el juez haya confundido el número o apellido de un jugador y haya amonestado a otro.
Molestia
En Macul, la molestia por el cometido del brasileño Raphael Claus persiste. De hecho, la presentación que se hizo llegar a la Conmebol por el caso de Falcón tiene mucho que ver con la intención institucional de sentar un precedente respecto de la inquietud por las actuaciones referiles y del temor en que situaciones como las que le reprocharon puedan repetirse en la revancha que se jugará en la capital argentina. Claus citó una “conducta antideportiva” para la segunda amonestación en el informe, que los albos se esfuerzan en demostrar que no existió.
“Hablaremos con nuestros abogados, conversaremos con ellos, quienes están estudiando las imágenes. Nosotros esperamos la posibilidad de apelar; como habrán visto, eso no es expulsión. Falcón me contó que Paulo Díaz le dijo de todo, no sabemos por qué fue esa reacción del árbitro”, había dicho el presidente albo, Aníbal Mosa, al término del partido. “Haremos lo que tengamos que hacer. Esto es injusto, creemos que en este tipo de instancias importantes, como son los cuartos de final de la Copa Libertadores, tiene que haber árbitros más serios”, reforzó.
Sobre la actuación de Claus, Mosa fue elocuente. “Ojalá que Conmebol tome nota sobre esta situación. Este tipo de jueces no puede dirigir por un buen tiempo. Lo único que hace es echar a perder el espectáculo. Teníamos una cantidad de público maravilloso que se comportó de la mejor manera, todo esto se vio empeñado por un árbitro que dejó mucho que desear”, sentenció.
Pocas posibilidades
Concretamente, el Código Disciplinario reduce al mínimo las posibilidades de salvar a Falcón. El artículo 9 de la normativa es clarísimo al respecto. “Las decisiones que tome el árbitro sobre el terreno de juego son definitivas y no serán revisadas por los Órganos Judiciales de la Conmebol”, consigna apenas el primer inciso.
“Únicamente las consecuencias jurídicas de las decisiones adoptadas por el árbitro podrán ser revisadas por los Órganos Judiciales, exclusivamente en cuanto a la incorrecta identificación de la persona sancionada, en cuyo caso se expedientará al verdadero infractor”, agrega el siguiente.
El tercer punto es incluso más específico: “Únicamente serán admisibles las protestas por una amonestación o una expulsión del terreno de juego si el error del árbitro consistió en confundir la identidad del jugador”, precisa.