La película de terror que desarmó el libreto de la Roja

La selección chilena vivió una pesadilla en San Carlos de Apoquindo. Fueron 24 minutos de terror, en la que el sorpresivo gol de Ecuador, la expulsión de Arturo Vidal, y las lesiones de Mena y Alexis fueron apagando la ilusión de meterse en la parte alta de las Eliminatorias. Desde el minuto 9 al 32 del primer tiempo, el bicampeón de América sufrió una serie de golpes que terminaron liquidando la opción de sumar su cuarta victoria consecutiva en las Eliminatorias.

Es que el escenario parecía perfecto para la suma de otra victoria en la Roja. Los casi nueve mil espectadores que llegaron al reducto de Las Condes se hicieron sentir. La ANFP, en su idea de hacer sentir la localía organizó un show de pirotecnia para motivar a los futbolistas en su ingreso al campo de juego.

Los ecuatorianos, sin embargo, sorprendieron de entrada. A los 9′, luego de varios avisos, frente a una defensa que se veía incómoda con la línea de tres, anotó la apertura de la cuenta. Estupiñán sacó un remate cruzado que fue incapaz de detener el capitán Claudio Bravo. Abrazos de los visitantes y silencio del público local. Alexis, quien acomodaba el balón en el mediocampo para reiniciar el juego, levantaba a sus compañeros.

A los 12′ vino otro golpe para la Roja. Arturo Vidal vio la tarjeta roja, sin derecho a ningún tipo de reclamo. El King levantó la pierna derecha en exceso, en su afán de querer bajar la pelota, pero no se percató de la presencia de Félix Torres, a quien golpeó directo en la cara. El árbitro Fernando Rapallini no dudó en expulsarlo, frente al lamento del jugador del Inter de Milan.

El 8 de la Roja demoró algunos segundos en salir de la cancha. Ofreció disculpas, se tomó la cabeza e intentó dar algún tipo de explicación. Quizás, esperaba que el VAR revisara la jugada para que quedara en evidencia que no hubo intención. Sin embargo, nada eso sucedió. Vidal, de paso, entró en otro ranking: Chile no sufría una expulsión tan temprana, en un duelo oficial, desde el 13 de agosto de 1989. Raúl Ormeño fue expulsado a los 8 minutos en el 1-1 frente a Brasil por las Eliminatorias.

Lasarte no quiso tocar la pizarra. Creyó que el equipo lograría acomodarse sin el Rey. Sin embargo, la seguidilla de lesiones terminó por sepultar el plan de Machete. El primer infortunio ocurrió a los 25′, cuando Eugenio Mena intentó un desborde y sintió un pinchazo en la pierna izquierda. De inmediato supo que era una lesión compleja, por lo que pidió el cambio. El jugador Racing venía de sufrir un desgarro en el isquiotibial de la otra pierna.

Cuando la Roja no terminaba de rearmarse con el ingreso de Gabriel Suazo, Alexis Sánchez sintió una molestia en la pierna derecha, por lo que tampoco pudo seguir. Corría el minuto 32 de la primera fracción y Lasarte nuevamente debió mover la banca para acomodar las piezas. Esta vez ingresaron Jean Meneses y Marcelino Núñez. El ingreso demoró varios minutos. La pasividad de Lasarte no pasó desapercibida. A tal punto, que Mauricio Isla le recriminó la lentitud de los cambios frente a la superioridad númerica del equipo ecuatoriano.

En la segunda parte, la Roja siguió sufriendo con los problemas musculares. A los 82′, Francisco Sierralta acusó una dolencia muscular que lo obligó a instarlarse de 9 pues el bicampeón de América no tenía más sustituciones. No tocó prácticamente el balón. A los 90′+3′, Caicedo batió a Bravo y puso el 0-2 definitivo.