Claudio Bravo reconoce su lejanía con el proceso de Eduardo Berizzo en la Roja: “No me ha llamado para Chile”
El arquero reveló la distancia que mantiene con el actual proceso que lidera el Toto en la Roja. "A nivel internacional, no hay otro compañero que sea destacado en mi posición", advirtió el meta, cuya inscripción en la próxima liga española está en vilo.
En medio de las complicaciones que vive Claudio Bravo a pocos días del inicio de LaLiga, y que tienen en duda su inscripción en el Betis por temas de fair play financiero, el arquero reveló que el nuevo técnico de la selección chilena no lo ha llamado para la selección chilena.
“Berizzo no me ha llamado para Chile. No hemos tenido ningún contacto, no depende de mí, sino de mi rendimiento, de cómo me encuentre en el club y la idea que tenga el entrenador de si es beneficioso que siga en este proceso”, sostuvo el portero en el programa Libre y Directo.
Luego, sacó pecho. “A nivel internacional, no hay otro compañero que sea destacado en mi posición y mi nombre seguro aparecerá ahí, pero dependerá de la intención del técnico de cara al próximo mundial”, advirtió.
“Si sigo manteniendo el rendimiento de las últimas dos temporadas, mi nombre aparecerá allí. Dependerá del técnico si sigue contando conmigo o ya con gente joven. De acá al próximo mundial hay un camino muy largo, pero depende de lo que busque el entrenador”, concluyó.
Peligra la inscripción en LaLiga
El fair play financiero tiene de cabeza al Betis y a Claudio Bravo. A tres días del vencimiento del plazo para registrar a los jugadores que intervendrán en la próxima edición de la liga española, el club andaluz aún no puede registrar al arquero chileno. En la misma situación hay otros cuatro jugadores, algunos de los cuales son piezas claves para el armado del técnico Manuel Pellegrini: Joaquín, Andrés Guardado, Luiz Felipe, Luiz Henrique y Willian José.
Tal como expuso El Deportivo, en el caso del guardameta de la Selección la mirada está puesta sobre la renovación de su contrato. La Liga establece una medida concreta para evitar que la economía de sus clubes pueda desbordarse: las entidades no pueden gastar más del 70 por ciento de los ingresos que reciben. La normativa va en la línea de la que establece la UEFA en el mismo sentido.
El club ha intentado cuadrar los números, pero los intentos han resultado infructuosos. Ni siquiera la cesión de Diego Lainez al Sporting de Braga, que le dio un poco de aire a los salarios al Betis, ha ayudado a aliviar el problema. Los verdiblancos intentan equilibrar el aspecto financiero con el deportivo. Y en ese contexto es preciso apuntar que las permanencias de Bravo, Guardado y Joaquín han sido expresamente solicitadas por Pellegrini.
“Manuel Pellegrini dio luz verde a la continuidad hasta 2023 de tres veteranos de indudable influencia en el vestuario. En marzo, firmó la renovación Guardado; un mes más tarde, el portero Claudio Bravo y a final de temporada Joaquín, de manera inesperada, pero arrollado por la euforia copera. Sorprendió asimismo la renovación de Camarasa, con el detalle caballeroso del Betis al estar lesionado el centrocampista valenciano”, consignó, hace algunos días, el diario español As, en relación a las gestiones que hoy tienen a la institución involucrada en un entuerto de marca mayor.
De todas formas, Bravo es optimista. “Entendería que no pudiera jugar con el Betis contra el Elche, pero las inscripciones en LaLiga se van a solucionar. Vine al Betis con la ilusión de aspirar a lo máximo”, expuso.
Duras sanciones
Willian José, Luiz Henrique y Luis Felipe, en tanto, son las nuevas caras que pidió el estratega para intentar extender el buen rendimiento que ha mostrado la escuadra en las últimas dos campañas. El primero llega desde la Real Sociedad, el segundo de Fluminense y el último llegó libre tras su último paso por la Lazio. En el actual escenario, tal como Bravo y sus compañeros que vienen desde temporadas anteriores, ni siquiera podrían participar de la próxima campaña, lo que trastocaría considerablemente los planes del entrenador y, por cierto, las aspiraciones del club tanto a nivel local como en el plano continental. Por eso es que la búsqueda de soluciones se realiza a todo nivel.
El problema no es nuevo en el fútbol europeo. Gigantes como el Manchester City han estado envueltos en el mismo lío. Ahora mismo, en España, el Barcelona y el Sevilla también enfrentan problemas para cuadrar el presupuesto. La norma es rígida y contempla sanciones pecuniarias, una multa que puede llegar a los 60 millones de euros, y administrativas, como la prohibición de fichar en la temporada siguiente.
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